Ravella licita las obras para peatonalizar y embellecer la calle Arzobispo Lago

La humanización de la calle Arzobispo Lago está cada vez más cerca. El Concello acaba de sacar a licitación las obras por un importe de 636.435 euros y estas -una vez adjudicadas- tendrán un plazo de ejecución de seis meses. La actuación -como ya se dijo el día que se presentó- sigue la estética de la Praza de Galicia, dado que de hecho el proyecto lo firma el mismo arquitecto, Mariano Vázquez. Las empresas interesadas en realizar la obra tienen de plazo hasta el 15 de marzo para presentar sus ofertas. Los trabajos se financiarán con cargo a fondos provinciales a través del Plan Ágora y el Plan Concellos, así como con los fondos europeos del “Vilagarcía Avanza”.

Así pues y durante toda su superficie la calle cambiará por completo. Se prevé la construcción de varias zonas y un circuito de agua que recreará las antiguas marismas y el riachuelo que discurre por el subsuelo y que desemboca en el río de O Con. Las láminas de agua incluirán vegetación propia de los humedales tales como papiros, narcisos, colas de caballo, hierbas de enamorar o lirios entre otros. Los bancos -como ocurre ya en la Praza de Galicia- serán estructuras geométricas de hormigón y el espacio se ornamentará con árboles y jardineras con arbustos y plantas decorativas. El proyecto se completa con elementos de iluminación -todos de tecnología led- que se incorporarán en el modo de balizas, proyectores o mediante puntos de luz en el suelo para destacar los elementos constructivos. En todo caso desde el Concello aclaran que el acceso a los garajes está garantizado, así como también el acceso a vehículos que tengan que realizar tareas de carga y descarga. La configuración de los elementos también permitirá el acceso de vehículos de emergencias.

Lo cierto es que esta calle ya está peatonalizada desde el punto de vista práctico desde el confinamiento, dado que el paso de vehículos de motor es anecdótico. Hace ya prácticamente dos años que el uso es solo peatonal, de ahí que los vecinos no vayan a notar cambio más allá de lo puramente estético.

Una vez ejecutada por completo esta obra el centro de la ciudad será terreno para los peatones. De ahí que en la calle Alexandre Bóveda (la que pasa pegada a la Praza de Abastos) se instaurase en su día el doble sentido de circulación para que sea una arteria de comunicación principal. Los trabajos de la segunda fase de accesibilidad en esta calle estarán terminados -según el Concello- para cuando empiecen las de Arzobispo Lago.