Reportaje | “La cirugía estética es un camino para envejecer mejor”

Alejandro Acuña y Juan Camilo Zuleta son dos eminencias en el campo de la medicina y la cirugía estética. El primero es director del centro A AClinic, de Ourense, y el segundo también forma parte de su plantilla. Además, ambos colaboran con clínicas amigas, como ES, situada en Alejandro Cerecedo, de Vilagarcía, a donde acuden con cierta frecuencia a realizar intervenciones.
 

En el caso de Acuña, una referencia nacional e internacional en el campo de la toxina botulínica A y del ácido hialurónico, se trata de colaboraciones más o menos mensuales, cuando los pacientes demandan la técnica en la que es toda una eminencia.
 

Se trata del moldeado corporal con váser y renuvion, dos tecnologías que mejoran la cirugía. “El váser son ultrasonidos focalizados de alta intensidad, que ayudan a licuar la grasa, por lo que el paciente recibe menos traumatismo mecánico”, explica Acuña, que es también formador nacional de uno de los laboratorios más importantes del mundo. Además, el renuvion contribuye a la retracción de la piel sin necesidad de corte. En el caso de Zuleta, las colaboraciones son más frecuentes, ya que ofrece una cartera que va desde la mesoterapia al tratamiento de lesiones de la piel. Son las mujeres las que más acuden a solicitar los servicios de ambos médicos, que cuentan con una extensa trayectoria, y la edad media a la que suelen acudir por primera vez está entre los 35 y los 40 años. “Los pacientes tienen diferentes complejos con los que nosotros podemos ayudar, de tal forma que se encuentren mejor. La medicina estética es un camino para envejecer mejor”, asegura Alejandro Acuña.
 

De hecho, el mal llamado “botox”, la toxina botulínica tipo A, es lo más solicitado. “Puedes empezar a necesitarlo desde los 18 o 20 años. Hay gente con un componente genético que se arruga desde esa edad y necesita esa toxina. Mi recomendación es que vengan antes de que la piel se fracture”, explica Acuña.
 

Una variada oferta

Una de las creencias más extendidas, es que este tratamiento, una vez que te lo aplicas, debes seguir haciéndolo y al final el rostro queda sin expresión. Acuña lo niega. “La toxina butolínica tipo A es un tratamiento y debe abordarse de forma inteligente, para que no ocurran todos esos mitos y leyendas que hay en la calle. Por supuesto que es una toxina que provoca una parálisis flácida, pero tienes que saber inyectar al músculo para no quitarle toda la fuerza pero sí la mayor parte de las arrugas. Si lo logras hacer, el resultado va a ser natural”, apunta el cirujano. El equipo de Acuña y Zuleta colabora con el Centro de Estética ES, situado en el local 22 del 8 de Alejandro Cerecedo (Galerías Gallego). Allí, los clientes pueden encontrar una amplia oferta que va desde la pedicura, a la maderoterapia o el vacuslim 48, entre otros tratamientos.