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domingo | 28 abril | 2024
La Xerencia de Urbanismo dio cuenta, en su reunión del 25 de enero, de la aprobación del proyecto de ejecución de la ampliación del cementerio de Rubiáns. Una actuación que, por uno u otros motivos, lleva años encajonada y que la Comunidad de Montes consiguió al fin acelerar.
Se trata de una ampliación que dará la posibilidad de cumplir con una demanda vecinal: Más nichos en la parroquia de Rubiáns. Es una queja histórica de los residentes en la zona, que clamaban por poder seguir enterrando a sus seres queridos en su hogar.
El proyecto sufrió diversos cambios a lo largo de casi dos décadas, quedando ya en el olvido la idea del cementerio laico, ya que fue necesario llegar a un acuerdo con el Arzobispado, titular de la parcela sobre la que se ejecutarán los trabajos.
Unas obras que serán por fases y que ya comenzaron hace unas semanas, con las conexiones de alcantarillado que llevó a cabo el personal municipal, promovidas por la Concellería de Obras e Servizos que dirige Lino Mouriño.
La primera parte de la ampliación del cementerio será la urbanización de la parcela y la dotación de servicios, como baños, almacenes u otro tipo de edificaciones necesarias para la siguiente fase, que consiste en la construcción de los nichos.
Para concretar estas cuestiones, los comuneros están pendientes de concretar las cuentas de la financiación. Los futuros propietarios de los nichos también contribuirán en la fase de urbanización. El proyecto contempla la puesta en marcha de un total de 132 panteones, con capacidad para 528 nichos.
Esto también será por tramos, contemplando en una primera fase sesenta nichos, lo que coincide con la lista de peticionarios con los que cuenta la directiva de la Comunidad de Montes de Rubiáns. Las actuaciones que se hagan en esta primera fase, dejarán todo listo para la siguiente actuación, despejando el camino para que no ocurra ningún tipo de problema y descongestionando un proyecto por el que Rubiáns llevaba muchos años esperando.
La actuación se realiza sobre unos terrenos de 1.870 metros cuadrados, una superficie mayor que la que hay en la actualidad, incluso si se suma la ampliación realizada en los años sesenta.
Esta actuación tuvo que superar numerosos escollos a lo largo de los años. Hace un tiempo, la intención de la directiva de los comuneros, entonces en manos de Xurxo Abuín, era la de poner en marcha un cementerio civil, pero la finca sobre la que se haría chocó primero con Augas de Galicia, por un río, y después con Sanidade, por unos alpendres que la administración autonómica defendía que podían llegar a ser habitables. Se retomaron entonces las negociaciones con la Iglesia, que derivaron en un acuerdo bastante ventajoso para la entidad eclesiástica: 70.000 euros a cambio de la “cesión” de la parcela por un periodo de quince años, a partir de la licencia de obra.
