Amigos:”Hay abismos buenos; son aquellos en los que se hunde el mal.” (Víctor Hugo). “Quién hace el bien desinteresadamente, siempre es pagado con usura” (Goethe). “Si mi barba se quema, los otros vienen a encender su pipa en ella” (proverbio turco).
Estamos a las puertas de la Navidad, y como todos los años, sólo nos preocupamos de lo de siempre, el diabólico consumo. El Black Friday, esto es de coña, de verdad. Como humano, me da verdadera vergüenza observar esas imágenes, a veces me pregunto si esto es en realidad el infierno. Y yo que pinto aquí, donde la amistad es traicionada, por el subproducto del infierno, del sistema, el dinero, nos crean necesidades, que no son necesarias para la vida, y luego se ríen de nosotros, maldito infierno que es esta vida, los hermanos se matan, por el dinero las herencias, o negocios, y por ende abandonan a sus mayores, cuando estos abren la mano, y les dan un regalo que no han luchado, trabajado ni sufrido, para más maldad, no los cuidan, se deshacen de ellos, olvidándolos, dejándolos en una soledad mortal, que es lo que desean unos y otros, para que estar en este infierno que es la vida, para que?, pensarlo, y todo esto es la Navidad?, y una mierda en cantimplora. Entre el viernes do carallo, y las rebajas de Enero, entre esos dos inventos infernales, se encuentran las fechas, en las que se dice, que tenemos que ser generosos, se realizan una suerte de eventos, para que los desamparados, no se encuentren en desamparo, nunca mejor dicho, son unos días, que el amigo, te da la mano por un lado y por el otro te saca la cartera. Aún no se inventó el adjetivo, la palabra, que logre definir eso, y comprendí, que esta vida es un duro paso, un infierno hasta llegar al Edén, no hay miedos. Te espera tu madre, la primera que ves, es un viaje sin retorno, ella te dio la vida en este infierno para que pasaras una serie de pruebas, y ella te espera, para darte la nota que corresponda, y por cierto, ahí si que celebras una Navidad de verdad. Lo sabréis cuando llegue el momento del regreso, no es una muerte, es un regreso a la verdadera vida. Intenté muchas veces recordar detalles, y por veces, me acuerdo de algo. Cuando de verdad sepáis lo que es una Navidad verdadera, entenderéis todo esto que os cuento hoy, comed y bebed, pero pensar que convertimos la hermosa vida, en un tenebroso infierno que es el real el que vivimos y sufrimos día a día. Tuve la mala suerte de volver, con lo bien que estaba allí. Esta Navidad para mi será distinta, porque ahora sé lo que significa. Mientras celebrad el Black ese do carallo. Y luego la rebajas de Enero, consumid. Deglutir todo lo degutible. Celebrar la Navidad como os pete haciéndole caso a las tentaciones. Lo demás es caca de la vaca.