Y Vilaxoán sigue sin guardería

Vilaxoán tiene últimamente muchos atractivos. Más de los habituales. Vilaxoán es un lugar maravilloso al que yo, personalmente, siempre estaré agradecida por diversos motivos. Como digo, en las últimas fechas se ha puesto de moda. Fueron los vecinos los que tuvieron que hacer lo que el desgobierno de Varela no quiso en cuanto a la iluminación navideña. Que la ciudadanía se organice para decorar su propio árbol cuando el Concello está “forrado” de pasta es indignante, pero ha ocurrido. Claro que para llegar hasta el árbol había que jugarse la vida al volante con aquel esperpento de Víctor Pita que a algún iluminado se le ocurrió pero que no pensó dos veces. Y duró lo mismo que duró la confianza de los vecinos en un político como Alberto Varela: Dos telediarios.
Pero hay más. Los grandes amantes del hormigón diseñan sus obras sin zonas verdes. Será porque donde hay más vegetación es en el lavadero de Vilaxoán. Supongo que lo contabilizarán también en el PXOM como zona ajardinada, por aquello de compensar el horroroso color oxidado que ahora todo lo coloniza. Beber de la fuente es la nueva ruleta rusa que ha instalado el PSOE en la ciudad. Unos días sale. Otros no. Otros sale turbia. Otros… en fin, que se ha disparado el consumo de agua embotellada.
¿Y el transformador? Lo quieren quitar para enterrarlo, dicen, bajo la guardería. ¿Qué guardería? Pues nadie lo sabe, porque de momento solo hay una obra a medio hacer. Justo al lado del campo de fútbol que prometieron hace un año arreglar y tampoco va a tocar en este mandato. Llevan vendiendo desde el año 2016 que van a hacer allí una escuela infantil. Llegaron a visitar las obras y tuvieron el cuajo de decir que todo iba según lo previsto y que se estaban cumpliendo los plazos. Y no era cierto. Y repitieron que estaría finalizada antes de acabar 2018. Y fue mentira el 31 de diciembre y es mentira hoy. Y lo volverá a ser mañana, porque está más verde que el agua del lavadero, que ya es decir.
El gobierno que lleva sin reconocer un solo error en su gestión (y eso que tienen para dar y regalar) ha sorprendido a muchos y avergonzado a todos con su última invención. Decir que la obra está “técnicamente finalizada”. Yo alucino. Siempre pensé que le echarían la culpa a la empresa, pero no. Le echan la culpa a la inteligencia de la ciudadanía, que cuando ve las máquinas trabajando en un edificio sin ventanas está en un error, porque el gran gurú del Urbanismo hormigonero de esta ciudad dice que esto ya está. Si Usted tiene hij@s de entre 0 y 3 años supongo que no dejaría a su bebé en una guardería como esta. Más que nada porque lo pondrían a currar a contrarreloj para que este suplicio de obra se acabe cuanto antes. No sé si el alcalde quiere para sí lo que impone al resto… supongo que no.
Más allá de que es un escándalo negar la evidencia, la guardería de Vilaxoán ha sacado a la luz lo peor de este gobierno: Inoperancia extrema, retrasos acumulados y mentiras apoyadas en faltas de respeto. Ojalá la escuela infantil estuviese funcionando y con niños y niñas correteando por los pasillos y las aulas. Pero por desgracia un gobierno socialista en Vilagarcía y otro bipartito en Pontevedra están firmando el mayor fracaso de obra pública del mandato. Habrá que ver cómo salen de este lío, porque no va a quedar en una mera metedura de pata. De esas ya tiene Varela la colección completa. Hemos pedido las certificaciones y alguien va a tener que ser muy valiente para firmar que el 31 de diciembre de 2018 la escuela infantil de Vilaxoán estaba lista. Supongo que tienen la máquina del tiempo engrasada y que viajarán a bordo del Delorean, el coche de “Regreso al futuro” para firmar el año pasado lo que todavía no ha ocurrido. Cada vez veo más paralelismos con la etapa final y epitafio político del gobierno de Dolores García… Ya queda menos… Y huele a cambio.

Y Vilaxoán sigue sin guardería

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