Por mayoría absoluta

En la romería  que  la semana pasada el PP de A Coruña organizó para sus militantes, el presidente de los populares gallegos y de la Xunta, Núñez Feijóo, llamó a “trabajar más y mejor” para recuperar las tres grandes alcaldías de la provincia,  convertirlas  en las “ciudades tractoras de Galicia” y así sacarlas de la “parálisis y el desánimo” en que las tienen sumidas los gobiernos de las mareas municipalistas.
Mucho, en efecto, habrán de trabajar porque en la práctica para gobernar al PP no le basta, como bien se sabe, con ganar en las urnas, sino que ha de hacerlo por mayoría absoluta. En ello insistió Feijoo en la fiesta de Amio. Y por lo que se vislumbra, tal mensaje está llamado a ser el gran argumento de la precampaña y campaña de cara a las municipales próximas si es que, en efecto, se quiere doblegar al “todos contra el PP” y traducir en gobiernos ejercientes los resultados más que notables que las urnas normalmente arrojan.  
Se trata, por lo demás, de un aviso o recado que el partido debería hacer llegar, con ocasión y sin ella, opportune et importune, como aconsejaba San Pablo a su colaborador Timoteo, no solo a los militantes, sino también al electorado en general. Porque el ejemplo de las autonómicas de mayo de 2015 resulta harto elocuente: después de haber ganado en nueve de las trece comunidades en que se celebraron, el PP gobierna sólo en cuatro.
Números también cantan aquí. En las últimas municipales en las tres grandes ciudades de la comunidad el Partido Popular cedió Santiago, pero ganó en A Coruña aunque por los pelos y se impuso en Ferrol por cinco concejales y 5.000 votos de diferencia. En las dos últimas, sin embargo, los alcaldes son otros por aquello también de las funestas mayorías de perdedores. 
Presumía no hace mucho el secretario general del PSOE coruñés, presidente de la Diputación  y alcalde de As Pontes, González Formoso, de que su partido gobierna más que cualquier otro en “las ciudades” de la provincia. No sé lo que entenderá por tales y dudo de que este su particular balance sea tan manifiesto como para sacar pecho. Lo digo porque si nos atenemos a los veintiún concellos coruñeses con más de 10.000 habitantes, lo cierto es que en las últimas municipales las listas socialistas ganaron en sólo tres de ellos y fueron segundas en otros tres, mientras que las del PP ganaron en trece y fueron segundas en cinco. 
Mucho caso tampoco habrá que hacer, como advirtió Feijoo, a las encuestas. En primer lugar porque no son extrapolables a unas elecciones locales donde el nombre del candidato a alcalde pesa mucho. Y en segundo término porque no pocas de ellas presentan sospechosas coincidencias con quienes las habían encargado.

 

Por mayoría absoluta

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