Aunque se mantiene el secreto de sumario sobre el complejo caso de la desaparición en A Pobra de la joven madrileña Diana María Quer López-Pinel, si se sabe que las investigaciones han dado importantes pasos para tratar de resolverlo. Una prueba de ello es que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid que llevaron a cabo una parte de las averiguaciones, con tomas de declaraciones y otras actuaciones, ya han trasladado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Riveira las diligencias que llevaron a cabo.
Después de que no se supiera nada de ellos en la comarca barbanzana desde mediados de semana, pues al parecer se había desplazado hasta Madrid, se les ha vuelto a ver por la zona. De hecho, en la mañana del pasado viernes, cuatro integrantes de dicho equipo acudieron con sus ordenadores portátiles al edificio de los juzgados riveirenses. Se les pudo ver entrar en una de las salas de vistas, en donde se apunta que, como suele suceder en procedimientos tan densos, procedieron a volcar toda la documentación que llevaban sobre el caso Diana Quer en el disco duro de dicho departamento judicial. Del mismo modo, se sabe que esa misma jornada trataron de hablar con la titular del juzgado que entiende del caso, pero se desconoce si los pudo atender pues en el momento en que lo solicitaron estaba tomándole declaración a un detenido, pues se encuentra de servicio de guardia hasta el martes.
Por el momento, se desconoce si otros equipos que están trabajando en la investigación -son más de doce personas las que se están encargando directamente de las mismas, según algunas fuentes, independientemente de todos los que colaboren en batidas y otras actuaciones- ya han entregado sus diligencias o cuando lo van a hacer. Lo que si parece bastante claro es que la juez que entiende del caso podría empezar a llamar a declarar a las personas a las que la Guardia Civil ya le tomó testimonio y que puedan resultar de valor para el procedimiento judicial.
CONTACTO
De hecho, este periódico, ha sabido que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Riveira ya se ha puesto en contacto con Diana López-Pinel, la madre de la adolescente desaparecida, a través de su abogado, Pedro de Bernardo Riaza, y parece que también trató de hacer lo mismo con el padre, Juan Carlos Quer. Lo que se desconoce es el motivo por el que los llamaron, pero no sería de extrañar que se les volviera a ver por la comarca barbanzana en próximas fechas después de que ambos se hubieran marchado desde A Pobra hasta Madrid. Desde sus domicilios en localidades próximas a la capital de España siguen las novedades que puedan ir produciendo en la investigación, además de verse arropados por los suyos. Del mismo modo, ambos pretenden estar más cerca de su hija menor, Valeria, cuya custodia se la otorgó de manera cautelar al padre la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2, tras retirársela a la madre a instancia de un informe de una doctora que atendió a la niña de 16 años por una situación que había puesto en riesgo su salud. Por el momento, no ha trascendido si se ha producido un encuentro o contacto entre Diana López-Pinel y su pequeña.
Por lo demás, en relación a las investigaciones, que siguen su curso, la Guardia Civil no llevó a cabo ayer ninguna batida específica, ni rastreo en busca de indicios sobre Diana Quer, pero precisa que no se descarta hacerlas en un futuro, según lo crean conveniente los equipos que están llevando el caso. En este sentido, una unidad de análisis de comportamiento delictivo sigue trabajando en la elaboración de un perfil de los sospechosos de estar implicados en la desaparición de la muchacha madrileña. Y continúan analizando las imágenes de las cámaras de vigilancia y seguridad que recibieron y que, según la Guardia Civil son “muy valiosas”, al igual que el rastreo del teléfono móvil de la joven.