Fue una victoria solo a medias, de las que apenas sí dejan buen sabor de boca, para los sindicatos y la parte social crítica con los actuales gestores de la Residencia Valle-Inclán de Vilanvoa.
Después de meses de espera sobre el proceso de reparto de nuevas plazas públicas en la provincia, las centrales de trabajadores y las empleadas despedidas de manera irregular temían que la Xunta entregase nuevas plazas autonómicas al centro, ahora de facto en manos de una tercera empresa que percibiría esos fondos públicos sin posibilidad de que estos revirtiesen en sus indemnizaciones y atrasos, bloqueados por las cuentas de dos empresas gestoras anteriores en concurso de acreedores.
No ha sido así. La Consellería de Traballo e Benestar ha desestimado la oferta de esta empresa vinculada al geriátrico vilanovés, Euroconsultores Socio Sanitarios, y ha repartido las plazas a las que optaba entre otras tres empresas con geriátricos en Ribadumia (Geriatros, que se lleva cinco plazas), Pazos de Borbén (Rapesúa, que se hizo con 12) y Forcarei (Fundación San Rosendo, que gana 10).
Euroconsultores partía con mucha ventaja, porque había sido la empresa mejor puntuada durante la licitación e incluso llegó a formalizarse una propuesta de adjudicación en su favor.
Pero la mesa de contratos, finalmente, desestimó sus pretensiones. Lo hizo apeándola del concurso al penalizar la no presentación de más documentación requerida y al comprobarse que aunque Euroconsultores “atópase inscrita como entidade prestadora de servizos sociais, dita entidade non ostenta a titularidade, nin asume a xestión de ningún centro de servizos sociais”, según consta en las actas de adjudicación a las que ha tenido acceso este periódico.
Aunque, finalmente, se evitó la adjudicación de más plazas y fondos públicos a esta firma, la situación mantiene el conflicto laboral en el mismo punto y, además, supone una nueva oportunidad perdida del geriátrico vilanovés para recuperar las plazas públicas que permitiesen aumentar el volumen de actividad. n