Nada más finalizar la sesión algún concejal del grupo de gobierno señalaba que ha sido la primera vez que un Presupuesto municipal se aprueba entre vítores y aplausos del público. Y así fue, aunque por motivos que nada tienen que ver con la unidad o con la camaradería entre los grupos. Y es que aparte de los habituales, las sillas del salón de plenos se llenaron de caras conocidas, y a la vez inesperadas. Se materializó y escenificó el resquebrajamiento interno de EU. Todavía más de lo que ya se había hecho. Partidarios de la parte legitimada por los órganos de la formación encabezada por Jesús López se sentaban solo tres filas más adelante de aquellos que aseguran “reunirse los miércoles” y cuyo representante en las sillas de Ravella es Miguel Alves. De estas filas llegaron varios gritos de “mentiroso” a Tomás Fole durante su intervención y aplausos de ánimo a Alves durante la suya. En el medio conocidos militantes socialistas de Vilagarcía, así como el diputado en O Hórreo, Julio Torrado y el senador Modesto Pose. No había nervios, solo tensión. La inclusión de propuestas promovidas por los díscolos de EU en el documento final garantizaba al ejecutivo socialista como mínimo una abstención. Fue mucho más. Su mano se levantó en el “sí”.
En más de una ocasión Miguel Alves se definió como “un traballador, sen máis” y ayer volvió a hacerlo haciendo uso de su turno de palabra por “alusiones”. Su postura chocó con los argumentos del portavoz, López, que recordó a Varela que “estos presupostos son aprobados sen contar co apoio da plantilla e sen contemplar que os traballadores que traballan de noite cobren por iso, tal e como marca o Estatuto dos Traballadores".
Todos los grupos que votaron "no" recordaron a Varela que "vostede non sabe dialogar", haciendo referencia a que su primer Presupuesto, el de 2016, fue aprobado en Xunta de Goberno y este "aproveitando o cisma dunha formación".