No hay miedo ni tabúes en lo que a la Constitución se refiere. Al menos en O Salnés. Hay una opinión generalizada, a uno y otro lado de la barrera política, de que la Carta Magna no debe ser un texto inmóvil y que los cambios son incluso necesarios teniendo en cuenta que la España de hoy en día es muy diferente a la de hace 36 años. “Entonces ni siquiera estábamos en la Unión Europea ni había la situación de crisis que sufre el país en la actualidad. Hay que adaptarla a los nuevos tiempos”, comenta Alberto Varela, candidato a la Alcaldía de Vilagarcía por el Partido Socialista.
El que probablemente será su rival en las filas de la gaviota y regidor actual, Tomás Fole, tampoco ve descabellado un cambio en el texto que rige la vida estatal. “La democracia ya tiene una mayoría de edad y habría que pensar en que se podría cambiar. Se puede abrir un periodo de reflexión”, aseguró el conservador.
Más cauto se mostró el regidor de Cambados, también del Partido Popular, Luis Aragunde que manifestó a este respecto que “a reforma da Constitución é un asunto no que convén actuar con suma prudencia. Estamos a falar dunha Carta Magna das máis novas de Europa, que cumpre agora 36 anos e que propiciou un dos periodos históricos máis longos de convivencia pacífica e democrática en España. De plantexarse algunha reforma no pode ser a base de ocurrencias ou de comenencias políticas nunha determinada coxuntura. Se algún grupo parlamentario quere plantexar reformas constitucionais, primeriro deber ter as ideas moi claras e logo, de abrirse ese proceso, debería limitarse a afrontar modificacións puntuais, ben meditadas e consensuadas que puideran contribuír a mellorar a Constitución, non a maquexala”
Su homólogo y compañero de partido en Vilanova, Gonzalo Durán, cree que “todo es tocable”, incluso el modelo territorial. “Los tiempos cambian que es una barbaridad”, señala el vilanovés que no vería lógico, por ejemplo, que si la infanta Leonor tuviese un hermano varón este fuese el aspirante al trono. “El heredero debe ser el primogénito”, sentenció a la vez que señaló que “los tiempos cambian y las constituciones tienen que cambiar con los tiempos”.
Montse Prado, diputada autonómica del BNG, es la otra cara de la moneda. La nacionalista sencillamente no tiene “nada que celebrar”. Y es que cree que hoy se cumplen “36 anos de mordaza” y que el texto se usa “para centralizar e impedir que nacións como a galega sexan donas do seu destino”.
Precisamente en este sentido va la campaña “Que non che coman o coco” que el BNG presenta hoy en un acto en Santiago en el que harán un llamamiento a la ciudadanía para que “reaccione frente a esas milongas. Temos un país de primeira. Non é a nosa Constitución porque non deixa que Galicia teña protagonismo. Temos que facer fronte a esa nación española que nos representa como unha Galicia subsidiaria”, dijo Prado, que no recuerda especialmente el día que se aprobó la Carta Magna, ya que era muy joven pero si “a loita que fixo sempre o BNG para denunciar que a Constitución non é boa para Galiza”.
Juan Fajardo, diputado de AGE y portavoz de Esquerda Unida en Vilagarcía, señala que “ese invento pilotado por Estados Unidos hay que cambiarlo. El único motivo para celebrar el día de mañana (por hoy)sería que hubiera una nueva Constitución”. Es precisamente a la hora de abordar los cambios que se harían en el texto cuando se ven mayores diferencias en los grupos políticos. Así, mientras Gonzalo Durán propondría reformas destinadas a garantizar la estabilidad de la Corona, Fajardo sueña con un nuevo texto en el que no exista “el anacronismo de la Monarquía” y la soberanía “resida efectivamente en el pueblo”.
Sobre la cuestión territorial también existe disparidad. “Se puede mirar el modelo territorial, pero siempre desde el espíritu del consenso”, dice Durán. “Hay que tener responsabilidad y autoridad frente al riesgo que suponen problemas como el independentismo de Cataluña”, asegura Fole. “La Constitución debe resolver la cuestión nacional y defender el derecho a decidir de los pueblos”, señala Fajardo mientras que Varela apuesta por “una evolución del Estado autonómico hacia uno federal”.
El candidato socialista no escatima a la hora de proponer cambios incluso a cuestiones recientes como la introducción del artículo 135, que se modificó en 2011 gracias a un pacto entre el PSOE y el PP. Varela se une al “mea culpa” entonado por Pedro Sánchez y ve necesario modificar este punto para blindar los puntos básicos de un Estado de Bienestar, como “la sanidad y la educación pública” pero “sin alterar la estabilidad económica”.
espíritu de consenso
En lo que todos, o casi todos, coinciden, es en las necesidades de cambio que motivaron el proceso de aprobación de la Constitución española. “Fue un elemento muy importante en un contexto histórico”, señala Fajardo. “No es una ley cualquiera. Nos ha dado el mayor periodo de libertad y democracia que conocimos hasta ahora”, apunta Varela. Idénticas palabras usó el regidor de Vilanova, que hizo una encendida defensa de los “padres” de la Carta Magna. “Me gustaría quue hoy en día hubiera políticos que tuvieran la misma altitud de miras y capacidad de cesión en sus argumentos para llegar a consenso”, señaló Durán. “La ciudadanía cada vez más debería conocer lo que realmente significa la Constitución. Marcó un antes y un después”, dijo Fole. La defensa de la Constitución que hacen los partidos de hoy fue todavía más unánime en 1976, aunque la Vilagarcía de entonces no respondió a la llamada de los políticos y a la victoria del “Sí” le hizo sombra la fuerte abstención. n