La situación económica crítica de las autovías de O Salnés y O Barbanza ha decidido a la Xunta de Galicia a inyectar más fondos públicos en sus concesiones para evitar un rescate total que actualmente sería “inasumible”.
Así lo valoró ayer el conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, en el Pleno del Parlamento, donde indicó que el coste del rescate completo para estas dos vías sería de 127 millones de euros. Descartada esta medida, su departamento plantea aumentar el dinero público que va destinado a las empresas que gestionan las vías de alta capacidad. Para ello se estudian varias fórmulas, como podrían ser préstamos participativos, nuevas licitaciones o aumentos de los plazos de sus concesiones.
Hernández defendió que el modelo público-privado permitió en los últimos tiempos a Galicia “adiantar en varios anos a dispoñibilidade de importantes infraestructuras”. No obstante, el modelo se presenta actualmente a debate.
El llamado peaje en sombra, que se aplica en estas dos vías, permite construir grandes viales financiados por empresas privadas concesionarias. Esto evita grandes desembolsos puntales a la administración. Posteriormente, durante la fase de explotación de la carretera, no se cobra un peaje a los conductores, si no que es la administración la que paga un canon a la empresa en función del número de vehículos que cruzan el vial, un “peaje en sombra”.
El problema en O Salnés y O Barbanza es que el tráfico es muy inferior a lo previsto (un 40% menos en el caso de O Salnés y un 42 en el de O Barbanza), por lo que el dinero que la Xunta entrega a las concesionarias es también menor, dejándolas actualmente al borde del concurso de acreedores. n