Pescanova presentó ante el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra la solicitud de concurso voluntario de acreedores en medio de una polémica tras el anuncio del presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, de que comenzó a vender un paquete significativo de su participación accionarial en la empresa en diciembre.
Esta venta, que rebajó en más de un 7% la participación de De Sousa-Faro, se prolongó hasta febrero y, en contra de lo fijado en la Ley del Mercado de Valores, no fue comunicada en su momento a la CNMV. Esto puede llevar a que el regulador bursátil sancione a De Sousa-Faro.
El empresario gallego no reconoció hasta ayer mismo la venta de “un paquete significativo de sus acciones”, que le “generó importantes pérdidas”.
muy grave
Las sociedades Inverpesca y Sociedad Anónima de Desarrollo y Control vendieron 1.986.196 títulos, con lo que la participación actual de Fernández de Sousa se sitúa en el 7,45% y sigue siendo el mayor accionista, informó ayer la compañía en un comunicado.
Fernández de Sousa puede ser sancionado por vulnerar la Ley del Mercado de Valores por la CNMV, al menos, por una falta muy grave al no comunicar en su día la venta de un paquete muy significativo de sus acciones.
Según la normativa vigente, los administradores y los inversores relevantes están obligados a comunicar a la CNMV los cambios en sus participaciones y tienen para hacerlo cuatro días hábiles bursátiles.
Pescanova considera que cuenta con “importantes fundamentos” para sostener su actividad empresarial y generación de valor.
El Grupo Pescanova emplea directamente a más de 10.000 personas en todo el mundo, 1.500 de ellos en Galicia, es la primera firma pesquera a escala europea y se encuentra entre los diez mayores conglomerados del sector a nivel internacional, sinformó la empresa.
activos
Entre sus activos, cita una flota de más de 90 barcos, el valor de sus licencias de pesca, más de cincuenta instalaciones de acuicultura, las fábricas de procesamiento de pescado y la penetración de su marca en el mercado.
Entretanto, la firma aceptó la propuesta de la auditora KPMG para la realización de “análisis forensic” (estudio contable especializado en la detección de fraudes financieros y empresariales con la que cuentan las grandes auditoras) de sus cuentas “a la máxima brevedad, tan pronto como los equipos de trabajo de ambas partes estén disponibles”, notificó a la CNMV.