Miguel Ángel Pérez se tomó ayer alrededor de media hora para explicar las líneas básicas del PXOM, ante un salón de plenos abarrotado de vecinos. Habló de los nuevos viales que solventarán los problemas de tráfico en el casco urbano y conectarán la zona industrial; de una senda peatonal que recorrerá el litoral; de dos ARIs, uno en Peralto y otro en Virxe das Mareas y de 38 sectores a urbanizar ya definidos, sin necesidad de un Plan Especial específico.
El regidor explicó que el Plan dota de la tan necesaria área industrial a O -Grove, que dará cabida, con garantías jurídicas a naves y pequeños talleres.
Otra de las ventajas que expuso que tendrá el PXOM será que superará los déficits de suelo para espacios libres. Como dato dijo que las normas subsidiarias actuales dotan al municipo de 270.000 metros cuadrados de suelo dotacional, de los que 200.000 están en A Toxa.
Ahora, el PXOM permitirá la creación de 210.000 metros cuadrados más en el casco urbano, lo que permitirá al Gobierno local que tener parcelas disponibles para ampliar el centro de salud, el centro de día o cualquier otro de los muchos equipamientos que necesita el municipio.
Además, aclaró que el PXOM creará 1.370 plazas de aparcamiento más.
Y tras su intervención se abrió la caja de los truenos. Heladio Outeiro, del BNG, fue el primero en intervenir y ya advirtió, como luego haría, que abandonaría la sesión en cuando se produjeran las votaciones, “porque nós con rañuqueiros, non imos participar”.
Xan Lamelas, portavoz de Esquerda Unida, trasladó al pleno la abstención acordada por la asamblea de su agrupación.
Dijo estar en desacuerdo con algunos aspectos del Plan Xeral y se mostró confiado en que tras las alegaciones sea “o Plan de todos os veciños”.
Una de las “ilegalidades” que Lamelas detecta en este documento es “unha escandalosa recalificación non solo en Balea Marítima”. En este aspecto coincidió también con Heladio Outeiro.
Para el Partido Galeguista el apoyo al PXOM fue incuestionable. Fredi Bea ya había sido claro con anterioridad al pleno su respaldo a un documento urbanístico que, según dijo, marca las líneas que garantizan el futuro de O Grove: Delimita el suelo industrial y marca los viales estructurales que vertebrarán el municipio.
Y una vez aclarada su postura, Fredi Bea respondió a Cacabelos diciendo que no “permitirei que nadie faga demagoxia co PXOM nin que engane aos veciños”. En este sentido, y en este aspecto coincidió con los dos partidos con los que forma Gobierno, insistió en que el Plan ha sido redactado por técnicos, que ciñen a las leyes vigentes y que han reflejado todos los informes sectoriales vinculantes.
Destacó la “valentía política” del actual tripartito para dejar que los técnicos hiciesen su trabajo sin interferencia alguna. Y frente a esto contrapuso la “cobardía política” del Gobierno liderado en su día por José Antonio Cacabelos “que nin tiña interés en sacar adiante o documento urbanístico nin puxo nada da súa parte para que se poidera traballar”. Y por si cuatro años de retraso bajo su responsabilidad fuesen poco, Fredi Bea le achacó también su “boicot” manifiesto a este Plan, “mentindo aos veciños descaradamente”.
Y es que Bea García reconoció que hay edificios que quedarán fuera de ordenación, algunos de ellos en las calles Teniente Domínguez y Xoán XXIII, como denunció el PSOE. “E eu teño familia con propiedades nas dúas calles, pero por iso ao PGD non lle ocurre ir pintar raias no PXOM para favorecer intereses particulares. Aos veciños hai que explicarlles que a lei, nos guste ou non, haina que cumplir”.
Fredi Bea concluyó asegurando que el PXOM marca las bases para que O Grove sea un municipio turístico de calidad. “Nós non queremos ser un pobo de segundas residencias”, de ahí que este Plan reduzca tanto la edificabilidad, con respecto a la primera propuesta del PP.
Y si Cacabelos empleó más de una hora dando detalles sobre el Plan y como afectaba a adosados, urbanizaciones, Monte Central y hasta el inexistente campo de golf en A Siradella, el alcalde no dedicó menos tiempo a ir rebatiendo, uno a uno, todos los comentarios hechos por Cacabelos, al que tildó de “mentiroso” en más de una ocasión.
Miguel Pérez negó que haya en el Plan “ni una sola línea que hable de un campo de golf”. Y negó que se puedan legalizar las alturas de más en los hoteles locales. “Allí donde la ley lo permita, normalizaremos irregularidades”.
José Antonio Cacabelos fue el centro de las críticas de todos los partidos políticos, excepto del BNG, llegando incluso a protagonizar un pequeño enfrentamiento directo con Xan Lamelas, que lo acusó de haber sido el partido que al menos en cinco ocasiones diferentes impidió la aprobación de un Plan Xeral. Dejó claro que EU había abandonado el anterior cuatripartito por discrepancias urbanísticas.
Esto sentó mal a Cacabelos que le espetó que se habían ido porque exigían la contratación de un personal de confianza que el PSOE no aceptó.