El cadáver de un hombre aún sin identificar y en avanzado estado de descomposición apareció ayer por la mañana varado junto a unas rocas de la playa de A Illa, en A Pobra, posiblemente después de que las corrientes marinas lo arrastrasen hasta allí. Los restos mortales de esa persona estaban envueltos en una lona de jardín y que estaba atada con una cuerda larga a la altura de los pies y por debajo de la cintura. El hecho de que no se sepa de desaparecidos en esta zona y que por el momento no se descubrieron elementos para saber de quien se trata, hace que el abanico de posibilidades sea muy amplio. De hecho, se llegó a apuntar que podría tratarse del joven desaparecido hace semanas en Vigo o bien el narcotraficante boirense arrepentido José Luis Fernández Tubío, pero esas sospechas, por ahora, no tienen sustento alguno. Una hipótesis apunta a que se trata de un asesinato por un ajuste de cuentas y que el hombre pudo ser arrojado con vida al mar, aunque no se descartan otras posibilidades.
Ese cadáver fue descubierto por un hombre y una amiga que paseaban con un perro por esa zona. Tras su aviso, al lugar se desplazaron una patrulla de la Policía Local, otras de la Guardia Civil, la Policía Judicial de Noia y de la Unidad Orgánica de Delitos contra las Personas de la comandancia de la Benemérita en A Coruña, que investiga el caso de la niña Asunta Basterra, así como la médico forense y la juez y la secretaria del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Riveira. También acudió un furgón de Funeraria Apóstol, que, tras el levantamiento del cadáver hacia la una y media de la tarde, lo trasladó al tanatorio de Bertamiráns, adscrito al Instituto Anatómico Forense, para practicarle la autopsia por la tarde. Por el estado que presentaba el cadáver podría llevar varios días en el agua, aunque aún no trascendió ningún avance de las pruebas.
Desde el lejano cordón policial de seguridad que se estableció se pudo apreciar como efectivos del instituto armado realizaron algún corte en la lona a la altura de la cabeza y de la cintura para obtener alguna información, pero como estaba boca abajo les resultó complicado, pero pudieron ver alguna prenda que les hiciera pensar en que se trataba de un varón, aunque desde la distancia no se pudo apreciar de que se trataba. De todo modos, pudo apreciarse como intentaron darle la vuelta, pero desistieron posiblemente al notar al echarle la mano y querer levantar el cuerpo sin vida del hombre se deshacía, por lo que lo dejaron tal y como se lo encontraron. De hecho, fue introducido en el saco fúnebre con delicadeza para que no se deshiciera.