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jueves | 16 mayo | 2024
Ramón Fernández Paz, conocido como “Ramón o da Mámoa”, de 84 años y que trabajó de carpintero, falleció ayer tras caer al agua desde unas escaleras que hay junto el aparcamiento de la explanada portuaria de A Pobra do Caramiñal. Todo apunta a que poco antes de las diez de la mañana ese hombre resbaló en el verdín que hay en uno de los peldaños y se precipitó recibiendo un golpe en la cabeza antes de ir a parar a la lámina de agua. Una persona que pasaba por ese lugar fue quien lo auxilió en un primer momento para sacarlo del agua.
El transeúnte que lo rescató en un primer momento tras verlo florando puso los hechos en conocimiento de los servicios de emergencia, pues la víctima precisaba atención sanitaria urgente ya que había tragado bastante agua y le parecía que estaba inconsciente. Hasta el lugar del suceso se movilizaron una patrulla de la Policía Local pobrense y otra de la Guardia Civil de Boiro, que es la que se encarga de instruir las diligencias para determinar lo ocurrido. De igual modo, acudió una ambulancia medicalizada de Urxencias Sanitarias-061 Galicia, cuyo personal técnico y sanitario le realizó las maniobras de reanimación durante bastantes minutos, pero resultaron infructuosas y no se pudo hacer nada por salvarle la vida al octogenario carreirense.
Según indicaron algunas fuentes, el fallecido no llevaba encima ningún documento que acreditase su identidad, pero si tenía las llaves de un coche, que estuvieron buscando los agentes municipales. Poco después pudo saberse que se trataba de Ramón Fernández Paz, y hasta el lugar del suceso acudió un familiar de la víctima para que procediera a su identificación. Pasadas las doce del mediodía y para proceder al levantamiento del cadáver acudieron el personal de Pompas Fúnebres del Noroeste y un médico, que fue el que certificó la muerte del vecino de Carreira. Del mismo modo, se puso la situación en conocimiento de Portos de Galicia, de Salvamento Marítimo y de Gardacostas de Galicia.
Los restos mortales de Ramón Fernández Paz fueron trasladados a continuación al tanatorio Los Dolores, en Xarás, donde son velados por un máximo de 30 personas en cada momento, en cumplimiento de las normas sanitarias establecidas por la pandemia de la Covid-19. Está previsto que de a las seis de esta tarde parta desde esas instalaciones funerarias hacia el cementerio de Frións, donde será enterrado ante un máximo de 75 personas, y seguidamente se celebrará el funeral en la iglesia parroquial de San Paio de Carreira, con un aforo máximo el 75%.
