Desde hace una semana, uno de los sótanos del templo nuevo de Sanxenxo se ha convertido de forma temporal en un taller de restauración para recuperar un retablo de San Benito de la capilla de San Xinés. El párroco Samuel García se dio cuenta de que la pieza estaba siendo objeto de un ataque de termitas a principios de este año y fue entonces cuando se puso en manos de profesionales.
Los restauradores Sandra Fernández y Andrés Martínez son los encargados de esta ardua labor para recuperar una pieza barroca datada en 1.748. “No solo ha sido objetivo de la termita, también de carcoma. Hay zonas que requerirán una restauración integral”, explica Fernández. Un trabajo que les mantendrá en el sótano hasta mediados de agosto con una intensa actividad. “Es muy satisfactorio ver como queda después de verlo así. Parece imposible, pero no lo es”, apunta Martínez.
Además de los daños en la estructura en las que existen partes imposibles de recuperar debido al devastador efecto de la termita, la talla más afectada es la de San José que exigirá una entrega absoluta por parte de los restauradores, especialmente por la parte trasera. “Solo con tocar algunas zonas se caen. Esta talla ha sido una de las voces de alarma para que se diesen cuenta de que estaban siendo objetivo de las termitas”, explica Sandra Fernández.
Durante el trabajo de estos días han descubierto importantes alteraciones que han sufrido las tallas en una restauración anterior especialmente con el pintado ocultando un estampado floral, típicamente barroco, con pan de oro. “Recuperaremos el estampado original porque así lo quiso el artista que las creó”, apuntan.
Pero no solo eso. Entre las chapuzas practicadas con anterioridad detectaron un incremento de la altura de la talla de San Benito. Un corte en la parte inferior de la figura y un añadido de madera de pino fueron suficientes para incrementar unos cuantos centímetros la talla.
Por supuesto, la imagen volverá a tener las dimensiones originales como la Virgen María y Santo Tomás. “Es increíble como pueden llegar a tapar la pintura original. Es como si quisieran darle un aire de sobriedad sin importarles la originalidad de la pieza”, apunta.
El retablo volverá totalmente restaurado el próximo mes de agosto a la capilla de San Xinés.
divulgación
Con la intención de acercar esta labor a los feligreses de la parroquia, el párroco ha organizado para este fin de semana antes y después de la misa de mañana y de tarde una jornada divulgativa para mostrar la labor de restauración del retablo y concienciar de la importancia de la recuperación del patrimonio. De hecho, se ha organizado una cena solidaria con el objetivo de recaudar fondos que ayuden a financiar este tipo de trabajo.