El portavoz del BNG de Catoira. Xoán Castaño, desgranó las alegaciones que su partido presentó al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), cuyo plazo de exposición pública concluyó ayer. El edil nacionalista afirma que la nueva normativa urbanística supone un “desafuizamento e roubo do dereito a construír unha vivienda para unhas 1.000 familias” del municipio ya que se reducen en un millar los solares en los que se podrá edificar con respecto a las actuales Normas Subsidiarias (NNSS), aprobadas en 1983 y modificadas en 1993.
Las viviendas actuales de Catoira son unas 1.724 y, conforme a las NNSS podrían ejecutarse otras 1.700. Sin embargo, el PXOM, destaca Castaño, “só prevé unhas 1.300 novas vivendas, desaprecendo soares nos que poderían edificarse outras 400” construcciones. A esto añade que el Plan “elimina uns 270.000 metros cadrados de superficie edificable, repartidos entre solo urbano, de núcleo rural e urbanizable” y que el informe previo de la Xunta indica que “as necesidades de vivenda collen perfectamente nos soares de licenza directa”; es decir, en suelo urbano consolidado o de núcleo rural. Las consecuencias de esto “son trementadas para os ámbitos que non son de licenza directa, os APR e urbanizables que pasan a ser, na práctica, inviables e inedificables”. Esto afectaría, según los cálculos del BNG, a otras 600 parcelas cuyos propietarios deberían desembolsar “entre 20.000 e 30.000 euros” en trámites para urbanizar el solar.
Xoán Castaño sostiene que la “indefensión” de los propietarios de estos parcelas es “total”. De aprobarse definitivamente este PXOM se produciría “un engano brutal” a estos vecinos, que “pasarían a ter terreos non edificables polos que terían que pagar como se o fosen”. En esta situación se encuentran, concreta, unos 217.000 metros cuadrados, la mayoría en el núcleo urbano de Catoira y en Abalo.
Castaño considera inaceptables estos recortes en una época “de paro, perda de poder adquisitivo e empobrecemento xeralizado”, ya que se está “eliminando a posibilidade de que, quen teña unha finca edificable, poida ir facendo a súa casiña, obrigándolles a mercar un soar ou a investir no desenvolvemento dun polígono. É unha crueldade extrema”. No solo eso, sino que augura “unha desfeita en toda regra” tanto en la demografía como en la economía de Catoira, cuya situación ya es “agónica. Vai ser unha ruina para o noso concello”. Y es que a los recortes en la edificabilidad se añade el incremento “desproporcionado” del suelo rústico de especial protección, que pasará a abarcar el 88,22% del término municipal, frente al 65% actual. En este suelo “non se pode facer nada, o seu destino é ser reserva natural ou de actividades primarias” lo que a su juicio no supone más que “poñer todas as dificultades para poder vivir e traballar en Catoira”.
El BNG exige a los técnicos que expliquen el “contido real” del PXOM y clarifiquen a qué zonas afectarán estos recortes, que todavía podrían incrementarse. En este sentido, Xoán Castaño ve la actuación del gobierno local “abertamente temeraria” al no adaptar el Plan Xeral a los “gravísimos reparos” que la Xunta puso en el último informe previo. Podría ocurrir que “o que se aprobe definitivamente sexa bastante diferente ao PXOM que estivo exposto ao público”. En sus alegaciones el Bloque reclama que se amplíe un mes más el período de alegaciones y que se modifique el Plan para que “non se recorte a posibilidade de edificar en ningún finca que actualmente sexa edificable”. En caso de no hacer esto, insta al Concello a renunciar al PXOM, manteniendo en vigor las Normas Subsidiarias del 93, que “non teñen creado ningún problema”.