Padres, profesores y alumnos protagonizaron ayer una concentración a las puertas del Instituto de Vilalonga en repulsa por la agresión verbal sufrida hace varias semanas por un profesor de Educación Física de este centro educativo.
Los hechos denunciados se remontan al pasado 10 de junio, cuando el padre de un exalumno increpó, insultó e incluso escupió a un profesor que abandonaba las instalaciones educativas sobre su bicicleta.
La agresión verbal del progenitor se realizó en presencia del menor, que abandonó el instituto a mediados del presente curso tras haber sido protagonista de varios expedientes académicos sancionadores, que acumulados derivaron en una expulsión. Tras cumplir los 16 años, el padre decidió que el joven no volviese al centro escolar, a pesar de estar cursando todavía Segundo de la ESO.
El director del instituto, Carlos Barros, reconocía ayer que no se trata de una situación habitual en Vilalonga, “pero é unha cuestión o suficientemente grave como para trastornar a convivencia e ter efectos moi negativos na actividade educativa que no centro desenvolvemos os docentes en particular”.
Ayer los profesores quisieron dejar constancia de su rechazo a este tipo de actitud y de su predisposición a no soportar las amenazas de los padres. Y en su movilización contaron con el respaldo de un grupo de progenitores que, a pesar de que la concentración estaba convocada para las 11 de la mañana, quisieron apoyar con su presencia la protesta de los profesores, con quienes también se solidarizaron un buen número de alumnos. Al acto asistió también personal de administración y servicios del propio instituto.
“Solidarizámonos co sufrimento do profesor afectado e agradecemos a preocupación dos membros da comunidade educativa para evitar que actos coma este volvan a suceder”, explicaba el claustro de profesores en un comunicado emitido a última hora de la mañana de ayer.