El BNG quiso ayer ponerse al lado de un colectivo que defiende sus intereses, el de los afectados por las preferentes. David Otero, Sandra Fernández y Albino Caneda, arropados por Xan Allegue, responsable comarcal de los nacionalistas, pidieron ayer que se paralice cualquier tipo de acción o denuncia contra la portavoz de la Plataforma, o cualquier otra persona de este colectivo.
Y es que el traslado al juzgado de Cambados del atestado levantado por la Policía Local a raíz de lo ocurrido en el salón del plenos el pasado 25 de febrero, es para el BNG una “clara coacción”.
Los nacionalistas mantienen que lo ocurrido aquella tarde estaba “premeditado” por la alcaldesa, con el objetivo de echar del salón de plenos a los afectados que mantenían un encierro indefinido en las dependencias municipales.
Quieren poder demostrarlo documentalmente. Y para poder hacerlo pretenden conocer con detalle el protocolo policial y cómo se gestó. Quieren saber quién y cuándo dio la orden a la Policía Local de estar en el pleno. Quieren copia del atestado y del vídeo que los agentes grabaron con el objetivo, dicen, de poder identificar a los asistentes al pleno en caso de que sea necesario hacerlo.
Sobre el despliegue de la Guardia Civil aseguran que fue también excesivo para las dimensiones del cuertel local. “Queremos conocer os detalles da comunicación entre a Subdelegación e o Concello para artellar tanta presenza policial en Sanxenxo. Queremos saber si quen ordenou, e si o fixo por escrito, o protocolo que regulou a actuación dos axentes da Policía Local aquí”, explicó ayer David Otero, que también se refirió a la grabación. “Non foi a primeira vez. A Policía xa grabara as mobilizacións de Ronda Non. Daquela o agora responsable da Seguridade en Sanxenxo estaba detrás da pancarta e foi grabado. Parecenos lamentable que permita que continuen estas prácticas”.
Y es que a David Otero no le parece de recibo que esta grabación sea utilizada como prueba contra nadie. “Este tipo de actuacións non caben dentro dun Estado democrático. Aquí está en xogo a nosa intimidade democrática”.
Los nacionalistas mantienen que todo lo ocurrido estuvo derivado de la decisión tomada por la alcaldesa de cerrar las puertas a primera hora de la tarde a los afectados que pretendían acceder al salón de plenos.
Por ello, ayer el BNG quería dejar clara su postura de apoyo no solo a los afectados por las preferentes sino también a los padres de Vilalonga, también presentes en aquella sesión, y dejarles claro su respaldo al derecho de los ciudadanos a defender aquellas cuestiones que consideren justas.