Operarios de Augas de Galicia cortaron ayer parte de las ramas de un árbol que desde las riadas de diciembre de 2012 permanece caído en el cauce del Umia. Parte de su follaje obstruía las chorreras, impidiendo que el Concello pudiera instalar hasta el momento las compuertas para regular el caudal del río. Augas obliga a colocarlas el 1 de mayo, lo que no pudo hacerse porque algunas ramas del “ameneiro” estorbaban. Tras las tareas de ayer, que liberaron de obstrucciones las chorreras, el Concello prevé comenzar hoy a instalar las compuertas, algo que debe hacerse de forma progresiva.
Los trabajos acometidos por los operarios de Augas de Galicia no significaron la retirada del árbol. El tronco y gran parte de su copa continúan caídos sobre el río ya que se trata de una especie protegida que no puede retirarse mientras no esté seca.
Hace unos días, también a cargo de Augas de Galicia, se sacaron del río los restos de otro árbol que había sido arrastrado aguas abajo en una de las crecidas invernales del Umia y que también obstruía las chorreras.