Los logros de la selección española de fútbol en los últimos años bien podrían considerarse un milagro deportivo. Pasar de no “rascar bola” a ganarlo todo requería de la intevención divina o, al menos, eso debió pensar Jaime Pazos, presidente de la Peña Madridista de A Estrada, cuando recurrió a la Virgen de los Milagros de Amil para pedirle que intercediese por “La Roja” y ayudase a los chicos Del Bosque a ganar el Mundial de Sudáfrica y la última Eurocopa disputada en Polonia y Ucrania.
La santa cumplió y ayer llegó el momento de agradecérselo. Los dos trofeos viajaron hasta el Santuario morañés de la mano de Jaime Pazos para presidir el altar durante la celebración de una misa que se pretendía secreta pero que terminó siendo un secreto a voces entre los vecinos de Amil. Varias decenas de personas no dudaron en acudir a fotografiarse con las copas, tanto en los minutos previos como posteriores a la ceremonia oficiada por el párroco Modesto Pena.
Hay que remontarse hasta 1998 para explicar cómo los dos últimos trofeos de “La Roja” acabaron en el remoto Santuario de Amil, una historia en la que fútbol y devoción van de la mano. Aquel año Jaime Pazos se aventuró a viajar a Amsterdam para presenciar la final de la Copa de Europa entre el Real Madrid y la Juventus. Solo le faltaba un “pequeño” detalle para poder cumplir el sueño de ver al equipo de sus amores conquistar “la Séptima”: la entrada. Fue entonces cuando se cruzaron en su camino Vicente del Bosque y su esposa, Trinidad, que “é unha gran devota”, explica Pazos. “Díxenlles que  se eu entraba ao campo gañabamos, porque lle prometera á Virxe dos Milagres que iría a peregrinar a Amil”. Y como un si de un auténtico milagro se tratara, le consiguieron una entrada.
Nunca más habló con ellos hasta diez años después, cuando la peña que preside invitó a Del Bosque a un acto. Desde entonces mantienen una estrecha amistad. “Sempre que vou a Madrid lévolles algún recordo da Virxe bendecido”, aunque “xa teñan case de todo”. Lo compraron en 2011, cuando aprovechando un viaje a A Estrada para recibir el Salmón de Ouro, el seleccionador y su mujer se acercaron a Amil a agradecer a la Virgen su ayuda para que España pudiera proclamarse campeona del mundo en Sudáfrica. Y ahora, tras el triunfo en la Eurocopa, el ritual se repite, aunque en esta ocasión solo viajaron los trofeos. “Ía vir tamén Del Bosque, pero non puido debido aos compromisos que tiña. Espero que poida vir antes de que acabe o ano”, comenta. Se abrirá entonces la veda para pedir nuevos milagros a la Virgen. En la Copa Confederaciones “non podíamos pedirlle nada porque aínda non cumpliramos a promesa”. Y así fue que, sin la intercesión de la santa, España no logró el título que le falta.