“Hemos venido para quedarnos”. Pedro Iglesias, de Aquafit, la nueva empresa concesionaria que explotará la piscina municipal, firmó ayer en el Concello el contrato correspondiente con el alcalde, Luis Aragunde, para un proyecto que “nos tendrá en Cambados, por lo menos 12 años”.
De entrada, la nueva adjudicataria ha accedido ya a subrogar el contrato de todos los empleados del complejo, lo que pone fin, según el alcalde, a meses de un conflicto laboral que por el camino dejó la rescisión del antiguo contrato, meses de impago a los trabajadores, una gestión temporal de una empresa provisional e incluso un primer concurso desierto. “A día de hoxe podemos dicir que o obxectivo, que era manter a actividade e os empregos, conseguise”, valoró Aragunde.
El plan que se marca la nueva concesionaria es ambicioso. Comenzarán a rodar el 1 de febrero próximo y hacia la recta final del año esperan poder pasar de los 400 usuarios actuales a un millar. Para ello se ponen por delante el desafío de mejorar un servicio y unas instalaciones en las que ven importantes deficiencias, señalaba ayer Iglesias. Así, se tiene pensado obrar por unos 100.000 euros para crear un anexo y ampliar la zona de fitness en 170 metros cuadrados, a fin de separar las clases programadas de la sala de pesas y ejercicios aeróbicos, donde se comprará nuevo material y máquinas por valor de 180.000 euros. Hacia el mes de abril o mayo todo este nuevo objetivo deberá estar ya en pleno funcionamiento.
¿Cómo generar beneficio tras esta importante inversión? “Creemos que Cambados tiene un potencial sin explotar”, respondía ayer el representante de la empresa, así que la clave será bajar precios para alcanzar ese umbral del millar de usuarios. De esta forma, el abono individual pasa de 32 a 28 euros y el familiar de 47 a 38, mientras que se ofrecerán precios especiales para parados o personas y familias en una acreditada situación económica difícil.
A medio-largo plazo está la reparación de la cubierta de la piscina, para lo que ya hay proyecto pero aún no financiación. En todo caso, cuando se acometa, supondrá un importante revés a la actividad en el complejo durante los meses de obra, por lo que el Concello ya pensó en condonar ese año el canon que la concesionaria tenga que pagar al Ayuntamiento, para paliar la reducción de ingresos a la sociedad mercantil.
Otras apuestas serán ampliar el número de horas en que se abre la piscina en verano, para tratar de captar turistas, y ampliar los horarios para favorecer la asistencia al gimnasio de los vecinos que tengan un apretado horario laboral.