La Fundación Amigos de Galicia denunció ayer la exisencia de empresas que tienen contenedores de recogida de ropa como “una mera fuente de ingresos”, una situación que, puntualiza, merma la recogida sin ánimo de lucro que este colectivo realiza para hacer llegar la ropa a las familias que lo necesita. Y es que puntualizan que por cada contenedor estas compañías ingresan cerca de 3.500 euros. La cantidad, añaden, se multiplica porque acostumbran a tener una mayor cantidad de recipientes en cada municipio y pone como ejemplo los tres que contabilizaron en A Pobra y hasta ocho en Riveira.
En todo caso, desde la Fundación recuerdan que el pasado año repartieron cerca de 57.800 prendas por distintos domicilios de Galicia para familias que, aseguran, “de otro modo no podrían dar abrigo a los niños en sus desplazamientos al colegio o incluso ponerles ropa adecuada a los distintos actos a los que los menores han de acudir, como comuniones o bautizos”. Amigos de Galicia dispone desde el año 2009 de una lavandería industrial para llevar a cabo este reparto.
Las instalaciones de este servicio se encuentran en Vilagarcía y allí recogen la ropa donada por particulares y empresas para, tras un proceso de reciclado, lavado, planchado y embalado, entregarlas a las personas que la necesitan.
Además, aseguran que en el caso de los menores de 20 años la ropa que entregan es en muchos casos nueva, ya que apuntan que se encuentran en una etapa “en la que son mayormente vulnerables a la marginación social”.
Con la crisis económica, Amigos de Galicia han detectado un incremento en el número de familias que han decidido donar ropa a la Fundación para que esta entidad pueda hacérsela llegar directamente a los hogares que más lo necesitan en este momento.