El portavoz de Anova, Xosé Manuel Beiras, calificó ayer de “empate técnico” el resultado del referéndum entre la militancia de su formación que, por un margen de once votos, se decantó por acudir a las elecciones europeas con Izquierda Unida.
En rueda de prensa, Beiras informó de que la permanente de este partido analizará los resultados y las dimisiones de diez miembros de la dirección de concurrir con una plataforma nacionalista, lo que consideró un error, al igual que la renuncia hace unos meses de otros miembros de la cúpula de Anova. Beiras insistió en que el actual contexto no pone en riesgo la coalición AGE ni la propia Anova.
En la misma noche en que se celebró, dijo, consideró que se trataba de un “empate técnico” y, por lo tanto, que habría que gestionar el resultado de acuerdo, ya que no cree que se pueda identificar “la aritmética con la democracia”.
El veterano dirigente nacionalista insistió en que cuando se produce una escasa diferencia de votos, esta “realidad aritmética” no debe ser tomada “ya como definitoria de una posición claramente mayoritaria” y solo se debe aplicar si, tras abordar un proceso de gestión de los resultados, al final “no hay manera de llegar a una situación que combine en lo posible elementos de las dos alternativas”.
posturas
Beiras, que justificó haberse decantado por la opción que finalmente ganó en su condición de militante y no de dirigente y en el último momento a través de mecanismos internos, señaló que la dinámica interna de Anova a dado lugar a que el referéndum se convirtiese en “algo así como una consulta sobre quién estaba a favor” de la política estratégica de la formación o quien “la reventaba”, o quizá en una “moción de confianza” a la dirección.
Esto es lo que puede explicar los últimos acontecimientos, dijo Beiras, que insistió en que Anova nació como una formación “diferente” que debe funcionar por consenso, como así se aprobó la consulta.
Respecto a las dimisiones, Xosé Manuel Beiras señaló que en su partido “no debe haber vencedores ni vencidos” y es preciso “gestionar” para ver una “resolución satisfactoria que no contradiga el acuerdo” que salió, pero que incorpore “elementos de la otra alternativa”.
Además, dijo que se ha esforzado por “establecer puentes” y dijo saber que había miembros de la dirección que habían expresado su intención de dimitir e hizo todo lo posible por evitarlo.
Sobre cómo cree que puede influir la situación de Anova a la coalición Alternativa Galega de Esquerda, de cuyo grupo parlamentario es portavoz, Beiras apuntó que no tiene por qué afectar, puesto que ya se había acordado que la manera de concurrir a las europeas no lo haría.
“Estoy convencido de que es un error una dimisión así, como dije que lo fueron” anteriores renuncias de partidarios de concurrir con IU.
“Por esto Anova no está en peligro de desaparición; Anova el peligro que corre es pasar una tras otra enfermedades infantiles en un contexto histórico anterior a la aparición de los antibióticos”, enfatizó.
Todo dependerá, agregó, de que “pongamos por delante eso que llamamos el pueblo gallego, las mayorías sociales y nos pongamos al chollo”, concluyó.
Precisamente, la permanente “en funciones” de Anova acordó en una reunión convocar a la Coordinadora Nacional, órgano de dirección política, a la mayor “brevedad posible” para evaluar y tomar las decisiones “pertinentes” por ser esta su función estricta.
El encuentro se produjo ayer por la tarde en Compostela, un día después de que diez componentes de la dirección de este movimiento que lidera Xosé Manuel Beiras, presentasen su dimisión irrevocable por el error “estratégico” de concurrir a las próximas elecciones europeas de mayo con Izquierda Unida (EU-IU), partido con el que se creó antes de las últimas autonómicas la coalición electoral Alternativa Galega de Esquerda (AGE).
En la nota remitida ayer, se señala que a la convocatoria acudió Beiras, y también que en la reunión “hubo un intercambio y una reflexión sobre el escenario político tras el referéndum” acerca del modo de concurrir Anova a las elecciones europeas.