Es así de lamentable y de cierto. Alberto Varela ni tiene modelo de ciudad ni nada que se le parezca, y lo más triste es que se le ha visto el plumero. Resulta que lleva año y medio vendiéndose como la mente preclara que aterrizaba en política para resolver las deudas históricas de esta ciudad en materia de Urbanismo y resulta que tras esos 18 meses huye con el rabo entre las piernas porque se le ha visto el truco. Intentar convencer de que llevas trabajando “codo con codo” con una empresa que pagamos todos los vilagarcianos para que te diga qué calles tienes que peatonalizar pone tu criterio urbanístico en seria tela de juicio. Si a eso añadimos que tu concejala fuerte es arquitecta y el gobierno presume de ello cada vez que abre la boca, pero más allá de pintar de negro el techo de la plaza como clara alegoría de tu futuro político, tampoco es que coleccione triunfos. Y si añadimos al “mejunje” que el ahora alcalde lleva desde antes de que otro gobierno socialista contratase a Eptisa (la empresa redactora del PXOM) siendo el asesor de Urbanismo, la cosa pinta fea, pero faltaba la guinda. Y la guinda llegó: Eptisa se lo compran los chinos y entra en un ERE sin que los grandes gurús urbanísticos vilagarcianos se hayan olido la tostada que se quemaba ante sus propias narices. Será que “ERE” significa “Estamos Realmente Estupefactos”…
Pontevedra tiene un modelo de ciudad. Vigo tiene un modelo de ciudad. Y el alcalde de Vilagarcía tiene uno, pero se lo ha comprado en los chinos. Así nunca seremos la octava ciudad de Galicia. No con este alcalde, que presumió hasta la arcada de que él era mejor que yo y que todos los demás juntos y resulta que tras 18 meses no tiene ni un boceto, ni un borrador, ni un esquema, ni un triste folio, ni una mísera servilleta tras la que esconderse. La sensación tiene que ser como la de las víctimas de un chanchullo de trileros, que te quedas pegado sin poder decir ni “mu” porque te la han colado, pero mientras todos miraban, solo pierdes tú. Vamos, como cuando a alguien le engañan “como a un chino”.
Calculo que no tiene nada que ver este jarro de agua helada que le han tirado por encima con aquel mítico programa de Humor Amarillo. Aquello servía para evadirse un rato entre días de trabajo. Aquí es al revés, los gobernantes locales se evaden de sus responsabilidades dando largos y caros paseos por Madrid mientras su modelo no se hace solo. Será por eso que ahora se rasgan las vestiduras (y hasta los ojos…)
Fracasar se puede fracasar en la vida. Uno lo asume y se levanta. Ya cuando tus mayores fracasos resuenan con estrépito en tu especialidad, el golpe a los riñones tiene que doler como de aquí a Pekín. Y lo de que ya todo el mundo empiece a dudar no solo de tu capacidad para el cargo en el presente, sino de tu trayectoria pasada durante los últimos años, es como para detenerse y replantearse los modelos, y no solo los urbanísticos, o comprarse unos nuevos de saldo en el bazar chino de la esquina.
El alcalde se ha metido él solito en el “laberinto del Chinotauro” y recuerda más al “Chino Cudeiro” de aquel programa de humor que al líder que la gente pensó que sería. Creo que el mejor ejemplo, el más gráfico, es el de imaginarse al abogado urbanista en un descampado solitario y oscuro (que es más o menos el resumen de su primer año y medio de gobierno) con una sola puerta cerrada en mitad de la nada. Y él, aporreando esa puerta cerrada a cal y canto porque aunque todo el mundo le dice que la solución la tiene delante y que es tan fácil como bordearla, prefiere negar la evidencia, convencido de que solo él está en posesión de la verdad absoluta.
Que el boceto del PXOM de Varela no iba a ser una de las siete Maravillas del Mundo, lo tenía clarísimo. Creo, sinceramente, que todo el mundo. Pero existe una última conexión con lo que ocurre hoy en día en Ravella y el gigante asiático: ¿Saben en qué se parece la Gran Muralla China y el ego de este nuestro alcalde de carambola? Que de ambos se dice que son de las pocas cosas que se pueden ver desde el espacio…
Me despido ya deseándoles a todos Feliz Nochebuena y Feliz Navidad. A los míos, dándole las gracias por todo y al gobierno local tendiéndole la mano por enésima vez para ayudar a los vilagarcianos que se merecen que nos entendamos (sobre todo ellos con nosotros). Ya desatascamos y lo volveríamos a hacer mil veces más este Concello. Ravella tiene la gente, el equipo y las soluciones para salir de este problema. Que la parálisis no se imponga y que venza, por fin, el diálogo. Por el PP no va a ser. Ojalá 2017 cambie a algunos a mejor. Otros llevamos año y medio esperando a que la lógica impere. No va a encontrar Varela, ni en Asia ni en Europa mejor ayuda que la que le puede aportar esta corporación, que suma más concejales que su pequeño grupo. Felices fiestas a todos..
*Portavoz del grupo municipal del Partido Popular en Vilagarcía