Marqueses y marquesinas

Alguno sigue pensando, tras dos años amodorrado en el sillón de Alcaldía, que por el mero hecho de ser el primer servidor de la ciudad y los ciudadanos, le ha llovido del cielo un título nobiliario. Lo digo porque sé de las dificultades y las preocupaciones del cargo, pero precisamente por eso, les confirmo que se puede trabajar sin reconocimientos y que no hacen faltan títulos, ni nobiliarios ni de otro tipo, para ser alcalde.
Alguno sigue pensando, como digo, que ser regidor significa “vivir como un marqués” y realmente es todo lo contrario. La deriva en la que está sumido el alcalde menos respaldado por las urnas que se recuerda en la ciudad le lleva a dejar de lado (“en el cajón” como acusa infundadamente a otros) temas importantes, temas del día a día y detalles que tendrían que estar resueltos pero ni están ni se les esperan.
Y si el título que cree que le ha tocado en una tómbola es el de marqués, su marquesado tendría que empezar por aclarar qué demonios ocurre realmente con las marquesinas. Algo huele raro en todo este asunto. Miren. A finales del mes de febrero vendieron a bombo y platillo la instalación de 3 marquesinas en O Cavadelo. Se dijo públicamente que faltaban unos detalles… ¿unos detalles? Sí, concretamente un banco para sentarse y algo que no achicharre a la gente con sol ni cale hasta los huesos a los que esperan cuando llueve. “Unos detalles”, dicen… ¿Saben cuánto cuestan cada una de las marquesinas, según el propio Concello?? 9.700 euros, que para una pecera sin rematar donde no se pueden sentar, ya es dinero, ¿no les parece?. Pues si multiplican por 3 les dará 29.100 eurazos. Ahora dirán que la empresa las colocó por menos importe. Será entonces que volvieron a presupuestar mal…
El caso es que todos los demás lugares de Vilagarcía donde hay marquesinas que necesitan un mimo y de paso una arreglo (algunas piden a gritos su sustitución) siguen castigados en el particular rincón de pensar gigante del alcalde. Y mientras, en O Cavadelo, donde hay 4 marquesinas, la gente solo usa la vieja porque no quiere las nuevas (en Vilaxoán se quejan amargamente un día sí y otro también, como en el centro). Vaya triunfo y vaya apuesta por la movilidad y el transporte colectivo…
Pero el asunto es más grave. Reconoció la concejala de Urbanismo que “están defectuosas”. Vaya! ¿Permite la concejala que los vilagarcianos tengan que estar más de tres meses usando elementos defectuosos?. ¿En serio? ¿Por qué? ¿Cuál es el defecto? Se lo hemos preguntado y calla. Y es raro, porque suelen saltar como resortes (muchas veces mintiendo o desviando la atención sobre el asunto), pero esta vez no. Esta vez callan… Raro… Malo… Preocupante… 
¿Sabían que en diciembre de 2016 el PP llevó a pleno una moción para la mejora de las paradas de buses y taxis de Vilagarcía?. Pues sí. ¿Han notado mejoría? Pues no. Así gobierna el desgobierno de Varela. ¿Han visto cómo está el esqueleto de marquesina de A Concha?, ¿o la de la parte trasera del campo de Vilaxoán? ¿o la de cualquiera que tenga cerca de donde vive Usted?... pues eso.
Quédense con la copla de lo de las marquesinas. Cuando los visitantes le pregunten ahora en verano que dónde se puede coger un bus, díganle que en esta ciudad los que mandan están más preocupados de amenazar y atacar a cualquiera que no le aplauda que de resolver los problemas. Y que sentarse a esperar no tiene por qué ser algo cómodo. De hecho llevamos dos años de suplicio y nos queda otro tanto…

Marqueses y marquesinas

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