Políticos creativos y destructivos

Un político honesto puede cometer errores, pero jamás debe de mentir tanto para alcanzar el poder, lo mismo que para mantenerse en el. Un gobernante que se precie con proyectos cívicos, jamás debe permitir que en su entorno se produzcan tramas de corrupción, deben de estar rodeados por personas en cargos que sepan  gestionar con eficacia y con honestidad.
Un empresario no debe de meterse en cargos públicos. Lo más seguro es que barre para su empresa a costa de los demás, creando una competencia desleal, tráfico de influencias, al tiempo que perjudica la credibilidad de la política en general. El gobernante no puede enriquecerse a costa de lo público, si busca ganar más dinero que lo haga en la empresa privada, si hace trampa, o fraude solo afectará a unos pocos, mientras que si lo hace desde la administración pública afectará a millones de personas, perdiendo credibilidad la cosa pública y por ende el proyecto de vida en común. Desde que se hizo la transición se vinieron fabricando leyes y más leyes para no cumplir, pero cada vez tenemos menos derechos y cuando la Ley los contempla, no tenemos justicia para hacerlos efectivos.
Hemos visto que  este sistema con las actuales leyes un cargo público puede robar al pueblo legalmente, lo estamos viendo y comprobando con la anunciada corrupción conocida, y la que queda por conocer. No se puede basar la prosperidad de un país en unas pocas empresas y personas que resuelvan los problemas de toda una sociedad, la riqueza de un país la creamos todos, con un sistema de trato oficial justo para todos por igual. Los empresarios deben de tener ambición para hacer crecer a su empresa. Pero los dirigentes de la empresa pública deben tener la sana ambición de trabajar para servir a sus representados, a cambio de unas retribuciones justas conocidas y reconocidas. Nunca entendí como el engaño, el robo y los valores humanos están reconocidos en la cultura y la vida real de la sociedad, y sin embargo se vota  a políticos y partidos corruptos.
Ahora que tenemos que volver a las urnas,  cada uno  podrá votar a quien quiera, pero debemos de hacerlo con responsabilidad, porque nos va afectar a nuestras vidas y futuras generaciones. Los experimentos en política y de golpe, como quieren hacer algunos partidos sin experiencia de gobierno, queriendo comer el mundo sin hacer antes la reválida, no puede ser buena cosa. Lo del sorpasso al PSOE, no beneficia el cambio tranquilo que España necesita. Un partido de 130 años, uno de los primeros de Europa, junto al SPD alemán, no es de recibo que se quiera hundir por fallos, sin tener en cuenta los aciertos, es de una irresponsabilidad grave. Hay que reconocer que en política, los españoles somos unos fenómenos creadores, y destructores de proyectos de interés general de país. 
Ni los franceses destruyen el partido socialista, ni los ingleses el laborismo, ni los alemanes el SPD. España es diferente.

Políticos creativos y destructivos

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