Open Arms, la vida

migos: “La envidia es el adversario de los afortunados” (Epícteto de Frigia). “Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden, dejan una herida muy profunda” (Martín Lutero). “La envidia y el odio siempre unidos. Se fortalecen recíprocamente por el echo de perseguir el mismo objetivo” (Jean de la Bruyére). 
El buque español Open Arms está pasando la última odisea, la peor, de las muchas anteriores que ha pasado. Una odisea por salvar vidas humanas y encima son los malos. Es la hipocresía de una sociedad global, en donde los valores positivos son los equivocados y lo oscuro, lo negativo, es lo que vende y triunfa.  Lo que importa es estar cómodos, limpios, sanos y mejor comidos y bebidos, el resto que se sacuda, y todo ello es el producto de campañas bien orquestadas y dirigidas para anular vuestros más primarios instintos de humanidad, de socorro al invalido, al enfermo o al migrante. La era tecnológica es lo que hace y esto solo es el comienzo del fin. Europa es una mentira, tan solo interesa el egoísmo, veintisiete países y todos callan, a la voz de su amo. Me parece increíble, y surrealista, que 134 migrantes vivos incluyendo niños, que dicho sea de paso son el futuro de una sociedad ya muerta, al menos en sentimientos humanos, permanezcan a una milla de tierra, en este caso la italiana (Lampedusa) y todos miren para otro lado, muchos de ellos enfermos, hacinados, como animales en la cubierta. Durante dos semanas al albur de los temporales, del sol y con comida escasa, mientras en la ¿Gran Europa?, se tiran toneladas de comida diaria, ¿no os da vergüenza ajena y propia? Ya se que os lavaron la conciencia, pero si sois humanos, la vergüenza que debéis sufrir es sonrojante y digna que os encierren. Y unos porque la burocracia, es lo que es, un asco, otros, porque cumplen órdenes y los más porque miran para otro lado. Hipócrita y egoístamente se deja a 134 personas sufrir lo indecible por escapar de una muerte segura e intentar vivir como haría cada uno de nosotros en su caso,  ¿o no?. Panda de monstruos, hijos del mal, imaginar que fuerais vosotros o vuestros hijos, ¿os gustaría ese trato?.
“Vivimos a bordo una agonía insoportable, seis evacuaciones de emergencia en dos semanas de calvario, tierra a la vista poco más de un kilómetro y medio y ninguna solución, los derechos de estas 134 personas son vulnerados en cada minuto que pasa, si la política europea es incapaz de poner límites, ¿qué nos queda?. Palabras del único sicólogo a bordo”. Me parece que no queda más que decir, están al límite de sus fuerzas prácticamente en tierra y el ultraderechista Salvini se salta todo lo salvable como persona porque antes jugó a la política precisamente acérrimo contra los migrantes, como estos que ahora están al borde del abismo, tirando todas las leyes por la borda del barco. Leyes éstas del mar, de tierra y humanas que es lo peor y que de manera egoísta, dice que es lo justo para el país. 
Con todo esto no hace más que confirmarme lo que dije hace un par de años aquí mismo y que titulaba Puerca Europa. No creí y cada vez menos en ello, para nada y, es más, creo que se necesita una tercera guerra europea, porque con las dos anteriores no hemos aprendido nada, hay que ser necios y cafres coño, pero que las hicieran solamente los dirigentes entre ellos. Aun no fueron capaces de legislar una política común para estos casos, ¿serán burros, o lo hacen a propósito? 
A la mierda Europa, visto lo visto, la ineficacia en todos los órdenes, la falta de escrúpulos, la firme y pertinaz de abstención de los derechos más fundamentales, a humanos perdidos en alta mar y milagrosamente rescatados. ¿Cuántas vidas más necesitan para convertir al mar Mediterráneo en un gigantesco cementerio de víctimas por no prestar el auxilio, que en derecho le corresponden?. ¿Cuántos muertos tiene que haber para despertar las conciencias de todos aquellos que se niegan a admitir a seres humanos que arrastran pobreza, miseria, enfermedad y hambre y por supuesto sed de justicia y de agua?. 
Amigos todos, el que admita esta parodia de los europeos y que esté de acuerdo con ella, son mis enemigos por y para siempre y desde aquí, los condeno. Tenemos que luchar por imponer u nuevo orden de las cosas, que cambiará, por completo el modo de vida, donde el egoísmo y toda la familia del odio, sean desterrados para la eternidad. Seguiremos con esto y al que le moleste, ya sabe ajo y agua. Un  saludo  amigos. Saúde e Terra.

Open Arms, la vida

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