Cultura a bombo, gaita y platillo

esde ayer el mundo de la Cultura de Vilagarcía tiene un nuevo reglamento que regirá los actos en las dependencias municipales y no se puede decir más que “que así sea”. El mérito ha estado más en el tejido asociativo que en el gobierno, que por fin se ha dado cuenta de que sí es posible trabajar, consensuar y llevar a pleno algo que recabe más apoyos que los de sí mismos (aunque no tiene el respaldo unánime de todos los colectivos). Lástima que no hayan hecho lo mismo con otras ordenanzas, porque por lo que se ve, capacidades tienen, aunque estén anquilosadas de no usarlas…
Yo presencié en primera línea de batalla el “concierto” de las gaitas del anterior reglamento. Los que soplaban, además de los propios gaiteiros, eran muchos de los que hoy cambiaron la oposición por el gobierno. Tanto inflaron el fol de los instrumentos que solo se oía el ronco y las muchas mentiras que dijeron desde entonces y que increíblemente siguen repitiendo cual disco rayado. Aquél reglamento no lo hice yo, lo hizo mi predecesor en la cartera de Cultura. Tampoco he hecho yo el que se aprobó anteayer. Sin embargo los he leído una y mil veces, tanto que hasta podría recitar artículos de memoria. Será porque el 85%, más o menos, del articulado es exactamente el mismo. Es decir, el “texto alternativo” se refiere a los parches y remiendos, no a la labor de hacer un texto desde cero, que por lo que se ve, eso solo lo hacen otros. Y el artículo por el que se montó el concierto sigue igual. El corta y pega es lo que tiene.
Sonia Outón  pasará a la historia por ser la persona que incumplió la ordenanza anterior y la que probablemente incumpla la suya. Por no decir no dijo ni “mu” para defenderla. Será que le han tirado más de las orejas esta última semana que en todos los cumpleaños juntos de su vida. Y le han tirado porque no le contó ni al alcalde ni a sus compañeros que las llaves del Salón García circulan igual de rápido que las bicis por Rey Daviña. Es realmente grave que la concejala le cargue a los distintos artistas y técnicos la responsabilidad de velar por instalaciones públicas por no pagar horas extra al personal. Luego pasa lo que pasa, que “saltan las alarmas”, en el sentido estricto y en el figurado.
Pero hay más. Dice el reglamento que los derechos de autor de la SGAE los ha de pagar el artista. Y dicen las actas de las xuntas de goberno local que, dependiendo del artista, el gobierno de Outón a unos se las paga y a otros no. Será que la SGAE es como los pimientos de Padrón
Para los que no lo sepan, cuando adquirí responsabilidades de Cultura, lo primero que hice fue irme al Auditorio y lo segundo fue echarme las manos a la cabeza. En los cuartos de baño había más obras de arte que rollos de papel higiénico. El desaguisado del bipartito sobrevivió al propio gobierno. Apilados de mala manera encontramos además de miles de folletos sin usar, varios cuadros y obras de artistas que probablemente estén alucinando si leen esto. Hoy algunos de esos rescatados tributos culturales lucen donde se merecen. El mérito no fue mío. El desmérito tiene nombre y apellidos: PSOE-BNG. Pues ese “impuesto revolucionario” de obligar a los artistas a pagar peaje por exponer en la Rivas Briones vuelve en el nuevo reglamento gracias a Outón. El PP eliminó ese castigo, pero se ve que otros quieren volver a los tiempos negros, donde sí hay que pagar (en especie) por la Cultura… qué ironía la socialista.
Y por último, pero no menos grave, presume la concejala de que va a ser la que prohíba jugar al bingo en Vilaxoán y en Rubiáns. Se ve que no le gusta a la concejala que la gente eche unos cartones. No sé si se ha molestado en decírselo o va a multarlos directamente. Es lo que tiene gobernar en contra de todo el mundo, que cuanto más gobiernas, más gente tienes en contra. Ha abierto sin quererlo un melón con muchas pepitas que va a tener que merendarse, quiera o no. Espero que vaya comprando protector de estómago, que le va a hacer falta, no vaya a ser que a unos les exija una cosa y a otros le permita hacer de los centros socioculturales un cortijo, porque aunque no lo parezca es la responsable número 1 de todo, de lo bueno y de lo malo y no vigilar del cumplimiento de tus normas, tiene un nombre… ¿Volverán los gaiteros al pleno?... Tic, tac.

Cultura a bombo, gaita y platillo

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