Denuncia de los canallas

Gracias al canalla Villarejo sabemos muchas cosas de otros canallas. Unas verdades a la vista y otras tendrán que pronunciarse los tribunales porque siguen pendientes de probar. Al salir de la cárcel le dio la vuelta a la manida frase, cloacas del Estado, cuando este las da por buenas por que según él, “sirve para sanear y canalizar la m..... que existe“.

Los máximos responsables políticos y empresarios de este país le hacían encargos reprobables, como reprobable es este señor y todos los que le encargaron servicios sucios para robarnos nuestros impuestos con tráfico de influencias que gracias a la Ley de Protección de Datos y una Ley de Transparencia de pacotilla que solo sirve para la galería, haciendo alarde de ella sin respetarla lo más mínimo. Los prebostes de este país se las saltan descaradamente ante una justicia cautiva y desarmada con bajo rendimiento sin reparar en el daño causado por los delincuentes de cuello blanco por carecer de ética y valores cívicos.

Todos estos personajes son tan avariciosos y egoístas que se estrellan entre sí, por eso nos enteramos al reventar la olla a presión. Tomas Moro dijo. “ Si el honor fuera rentable todos serían honorables”. Y un refrán castellano dice: “el que regala bien vende y el que lo recibe lo entiende”. La corrupción se desarrolla detrás de la mentira y el cinismo, es el cáncer de la convivencia. El corrupto siempre lo niega. Los representantes de los partidos siempre negaron la corrupción pero al ser irreversible prometieron una auditoria externa, protocolos, pero, ni externa ni interna. Los corruptos están tan instalados como la pandemia, por eso no admiten transparencia.

Las comisiones de investigación son una farsa para enredar, solo sirven para el espectáculo y la acusación mutua. Todos niegan la mayor. Porque no se aportan pruebas, o si se aportan no son reconocidas por los contrincantes.