El área Pontevedra-O Salnés contabiliza 12.548 contagiados y 160 muertos un año después del primer caso

El área Pontevedra-O Salnés contabiliza 12.548 contagiados y 160 muertos un año después del primer caso

El 11 de marzo de 2020 se confirmaba el primer positivo por Covid-19 en el área sanitaria Pontevedra-O Salnés y desde entonces, 12.548 personas se han infectado, de las cuales 160 ponen la cifra del trágico balance de esta pandemia porque fallecieron víctima del nuevo coronavirus. Tres días después entraba en vigor el primer estado de alarma decretado por el Gobierno central para tratar de frenar la expansión de una pandemia que ha trastocado la vida de toda la sociedad.


Un año después, y con la tercera ola encima e intentando evitar una cuarta, la situación dista mayormente por el inicio de la vacunación. A partir de aquel primer caso, protagonizado por un hombre de 45 años, el número fue en ascenso y a finales de ese marzo ya había más de 300 positivos localizados. El confinamiento total permitió llevar un verano más bien relajado: hubo días de julio que se contabilizan tres, cuatro infectados... Pero pasó agosto y los vientos de la segunda ola llevaron al área pontevedresa a alcanzar cifras récord con más de 1.000 enfermos y con la tercera, tras la Navidad, la cifra llegó a duplicarse, llegando a su pico un 4 de febrero, con 2.613 positivos certificados por el Sergas.


En estos meses, las medidas destinadas a limitar el contacto social han alimentado el bucle en que se ha convertido la vida: restricciones más duras, bajada de casos; alivio, aumento. A día de hoy, el área sanitaria ha conseguido rebajar las cifras y volver a registros de septiembre del año pasado pero si queremos comparar, y teniendo en cuenta que el virus sigue circulando y el ritmo de vacunación es lento, también se parecen a las de finales de aquel marzo de 2020 que nunca se olvidará.


Situación por concellos

En concreto, Pontevedra-O Salnés contabilizada ayer 278 positivos con 17 personas hospitalizadas en planta convencional (una menos tras el fallecimiento de una mujer de 94 años en el hospital vilgarciano) y ocho en UCI. Así las cosas, son seis nuevos positivos con respecto al sábado y en los concellos también se mantiene la tendencia a la baja. De hecho, Meis se sumaba a O Grove como villa libre de Covid. Fue su primer día, mientras que la meca cumplía el cuarto sin casos. En cuanto al resto, Cambados estaba en 17 (seis menos); Vilagarcía en 16 (cinco menos); Meaño y A Illa seguían con dos; Ribadumia bajó a uno; Vilanova pasó a 19 tras registrar un alta médica y Sanxenxo bajó en dos (17).


Tras el repunte del sábado, con 97 nuevos positivos, el área de Santiago-O Barbanza también volvió a la senda del descenso con tres nuevos caos. El total es de 307 con tres hospitalizados menos (29) y siete en Críticos.


Hoy ya no suena la música en las calles, ni los aplausos a las ocho para los sanitarios, que siguen partiéndose la cara. Ya no hay colas sin mascarilla en los supermercados y las estanterías de papel higiénico y levadura están llenas –la repostería casera fue refugio para muchos en aquellos meses de confinamiento domiciliario–. Los vecinos que tenían dotes musicales o humorísticas, o no, salían a los balcones a animar; en muchos de ellos los niños de la casa colgaban mensajes de “Todo va a salir bien” al son del “Resistiré”, que sonaba a todas horas. Tampoco volverán las singulares estacas para parcelar la joya de la corona de las playas de Sanxenxo, Silgar.


Protesta de la hostelería

Eso sí, la mascarilla parece que ha venido para quedarse más tiempo y también la pesadilla y la asfixia de la hostelería y el comercio, muy afectados por los cierres. De hecho, el sábado muchos arousanos se sumaron a la protesta convocada por la Plataforma na Defensa da Hostalaría de Galicia en Santiago para presentar su propuesta del plan de rescate “real” que aseguran en lugar del propuesto por Xunta y Gobierno central.


Un año después hay visos de esperanza pues a imágenes aún tristes como la agonía de los sectores económicos y la de los enfermos, se suman las de vacunaciones masivas como la realizada el sábado en Fexdega. Así que muchos esperan no volver a los tiempos más duros de la batalla que aún no ha terminado y que se cebó con las residencias de ancianos. Con el Ejército en las calles desinfectando este tipo de instalaciones y lugares públicos; medidas estas, las de desinfección, que ejecutaron toda las administraciones y que los expertos han indicado después como escasamente efectivas porque lo importante es la transmisión por las gotitas de aire que expulsamos con la simple respiración. Pero en aquel momento poco más se sabía. De hecho, hoy con la información existente las autoridades no dejan de pedir que no se relajen las medidas de precaución a pesar de las buenas cifras porque aquel 11 de marzo también había un solo positivo. 

El área Pontevedra-O Salnés contabiliza 12.548 contagiados y 160 muertos un año después del primer caso

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