El Gobierno ve que la crisis en Ceuta va remitiendo tras el "asalto" y espera ahora recuperar la relación con Marruecos

El Gobierno ve que la crisis en Ceuta va remitiendo tras el "asalto" y espera ahora recuperar la relación con Marruecos
Todavía no dan por cerrada la crisis diplomática pero destacan que la policía marroquí ya ha cambiado de actitud

El Gobierno considera que la llegada masiva de migrantes marroquíes a Ceuta ha sido un "asalto" a una frontera europea como es la española y no una crisis migratoria, si bien cree que todo va "volviendo a su sitio" y que Marruecos está "suavizando la situación", según explican distintas fuentes gubernamentales.

No obstante, Moncloa admite que todavía queda por resolver la crisis diplomática que se ha abierto con el país vecino; una crisis que en el Gobierno esperan poder resolver pronto, empezando por el regreso de la embajadora marroquí en Madrid, ya que consideran a Marruecos un país "amigo", y están convencidos de que debe seguir siéndolo.


Las fuentes consultadas explican que están notando que Marruecos está ya "suavizando" su postura, como demuestra el comportamiento que está teniendo ahora la policía marroquí, distinto al que tuvo desde la noche del domingo hasta el martes, cuando suspendieron el control fronterizo. Ahora ya hay un despliegue notable en los puntos de acceso a Ceuta, y están impidiendo la llegada a la frontera.


ESPERAN QUE LA EMBAJADORA DE MARRUECOS VUELVA PRONTO
Así, el Ejecutivo destaca que la tensión ya va decayendo, y que la noche ha sido "tranquila". Eso sí, todavía no dan por cerrada la crisis diplomática. Al menos quedan "48 horas de observación", señalan fuentes gubernamentales, aunque en este plano también admiten que está "bajando el diapasón".


Por ello, esperan que la embajadora marroquí que Rabat llamó a consultas, Karima Benyaich --de la que tienen muy buena opinión en Moncloa--, "vuelva pronto", y que la relación con Marruecos se recomponga, habida cuenta de que es un país "amigo" y un vecino "importante".


Sobre las causas que han provocado esta crisis, el Gobierno sigue rechazando relacionar directamente el desafío de Marruecos con la decisión de España de atender en un hospital de Logroño al líder de Frente Polisario, Brahim Ghali, y señalan, de hecho, que ya lleva un mes aquí.


Además, recalcan que este tipo de situaciones extraordiarias no se pueden prever e insisten en que hay que tener en cuenta muchos factores, como por ejemplo, la política internacional y la posición de Estados Unidos y el presidente Joe Biden en Oriente Próximo. Según el Gobierno, Marruecos ha demostrado con esta crisis que está avisando a Europa de forma preventiva.


El Gobierno ve que la crisis en Ceuta va remitiendo tras el "asalto" y espera ahora recuperar la relación con Marruecos

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