Los enemigos del hombre

o sabemos de toda la vida: el demonio, el mundo y la carne. ¿Vale? Con o demo vale más no meterse. Recuerden que estuvo en los dos bandos: Lucifer era de los buenos hasta que la ambición –querer ser igual que su jefe – lo envió a los infiernos.

Del mundo ¿qué quieren que les diga? Perro mundo, dicen muchos. Mundo injusto, aseguran muchos. Pero ¿El mundo es malo porque sí ? O está hecho unos zorros por nuestra culpa? Otro asunto para reflexionar un buen rato y nos lleva todo esto a la carne. Y ahí está el follón. Y ahí está nuestro presidente que prefiere el bisté vuelta y vuelta y se declaración, inapropiada por cierto, con la proclama de Casado que no entiende nada y por eso se mete en todos los charcos, montó la polémica de este fin de semana.

En este país cainita decir la verdad es un error. Y ese error fue el del ministro Garzón cuando dijo en voz alta lo que declara la Organización Mundial de la Salud, lo que dice Europa y lo que tiene escrito en un papel el señor Sánchez para el plan de 2050 y el ministro de agricultura, ganadería, pesca, frutas y verduras que no tiene pajolero idea, que es su principal tarea.

Verdad es que asuntos como este ya fueron noticia para regocijo de muchos y meteduras de pata para unos cuantos. ¿Las vacas locas, recuerdan? Pues la ministra del ramo, entonces Celia Villalobos, sugería echar en el puchero hueso de cerdo que a la sazón no estaba loco sino a punto del sacrificio. En otra ocasión el lio estaba entre el pescado azul o de otro color. Y, aunque aquí no tuvo mucho recorrido, la guerra entre el azúcar y la sacarina que según se contó en su momento, era una maniobra de EEUU para fastidiar al mercado cubano y los edulcorantes en la bollería industrial.

Fue más divertida la historia del ministro Cañete con el yogurt y su fecha de caducidad. La del yogurt, no la del ministro que en un programa de televisión se comió unos cuantos ¡con fecha de caducidad de cinco, diez y catorce días! ¿Le pasó algo a su señoría? No, que se sepa. Si alguien rebusca mucho puede entender que lo mandaron a Europa primero y luego, los votantes, para casa.

El mundo ahí está, como la carne, el pescado y o demo. Agua y ajo.

Los enemigos del hombre

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