“Algunos turistas creen que la almeja se recoge de la playa con máquinas”

“Algunos turistas creen que la almeja se recoge de la playa con máquinas”
Un taller de marisqueo de Amarcarril realizado esta misma semana | cedida

Han hecho de su trabajo su aficción y también un modo de darlo a conocer más allá de las fronteras carrilexas. Amarcarril continúa a lo largo de este verano con diferentes talleres y visitas para que aquellos que viven de espaldas al mar conozcan de primera mano qué tareas se realizan en los parques de cultivo, cómo surgieron estas particulares “leiras” en el mar y cual es la trazabilidad de un producto tan aplaudido en las mesas como la “Ameixa de Carril”. Desde la asociación Rita Vidal reconoce que la pandemia se ha dejado notar a la hora de traer visitantes a los talleres. “Se ha notado muchísimo. El año pasado fue un año prácticamente perdido en cuanto a visitas y este verano se ha ido recuperando un poco, pero no a los niveles de antes del coronavirus”. Su salvavidas ha sido el turismo nacional, un reflejo de lo que ha ocurrido en otros puntos de la comarca de O Salnés y del resto de la Ría de Arousa. “La gran mayoría de los que vinieron a hacer nuestras actividades eran españoles. Hubo algún alemán, pero la tendencia ha sido el turista nacional. Vienen en familia y con hijos y también alguna pareja”, explica Vidal.


Y es que con la quinta ola azotando duramente en los meses de junio y julio desde Amarcarril matizan que “la mayoría buscaban actividades al aire libre que, como se sabe, son de menos riesgo a la hora de los contagios”. Aún así la pandemia ha afectado y mucho al quehacer del colectivo turístico. “Tuvimos que dejar de hacer muchas cosas porque, por ejemplo, no teníamos la capacidad económica para comprar los aparatos de ozono para desinfectar las fundas. Así que no podíamos hacer ese tipo de actividades”. Y es que al igual que a otras muchas asociaciones y colectivos, la pandemia las ha obligado a “repensarse”.

Respecto a las curiosidades que la actividad marisquera despierta en los visitantes poco ha cambiado. La mayor parte de las preguntas -señala Rita Vidal- son relacionadas con “la marcación de los parques, que les parece muy peculiar y única”. Además también “quieren conocer todo el proceso de trazabilidad de la almeja. No se imaginaban cómo era exactamente la siembra y la recogida. De hecho algunos pensaban que se sacaban con máquinas y que la propia máquina las separaba por especies”.


Para resolver las dudas están las guías de Amarcarril. Ellas no pararán durante los próximos meses, dado que ya tienen en mente actividades con colegios o entidades sociales para dar a conocer su trabajo y, de este modo, dignificarlo entre aquellos para los que es totalmente desconocido. Todo eso si la situación epidemiológica lo permite, como ellas mismas reconocen.

“Algunos turistas creen que la almeja se recoge de la playa con máquinas”

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