Ambulantes de Vilagarcía critican ahora el paso de coches por la zona del mercadillo

Ambulantes de Vilagarcía critican ahora el paso de coches por la zona del mercadillo
Los afectados por el traslado mostraron ayer su malestar con el gobierno local | gonzalo salgado

Algo más de un año después, el conflicto vuelve a estallar en el mercado de Vilagarcía. Sucede a pocos días de que comiencen las obras de ampliación de las aceras de Alexandre Bóveda y tras doce meses más que difíciles para el sector.

En julio de 2020, y tras semanas de movilizaciones, placeros, ambulantes y gobierno local firmaron un acuerdo para la reordenación del mercado. Alexandre Bóveda, la calle en la que se sitúa la plaza y que es además el corazón de la actividad, pasaría a reducir sensiblemente los puestos, con una sola hilera, mientras que el resto se trasladarían a los dos lados más largos de la Rúa Castro, a la Praza Doutor Carús, al primer tramo de Vista Alegre (ya completamente ocupado hoy en día), a García Caamaño y a Arcebispo Lago. Es en esta última calle donde surgen buena parte de las dudas de los afectados, una veintena de puestos algunos con cuarenta años de antigüedad y larga tradición familiar. Y es que la peatonalización prevista por la Concellería de Urbanismo y diseñada por Mariano Vázquez contempla una serie de elementos, como acequias y fuentes, que hace que los ambulantes crean que el espacio será insuficiente. Además, “los comerciantes no nos quieren ahí y ya ahora hay problemas con las terrazas”, señala uno de los afectados.


Caída de la actividad


El caso es que los ambulantes, tras un año en el que la marcha de puestos no hizo más que agravarse, ya no contaban con que se ejecutase un acuerdo del que ahora dudan. “Es una barbaridad meter el coche en los mercados. Se está sacando de todas las ciudades y aquí van a contracorriente”, señalan aludiendo a las medidas antiterroristas tras los atentados surgidos, precisamente, en mercados europeos. En ámbitos más cotidianos, como el propio tráfico, también lo ven complejo. “A xente vai despistada, mirando os postos, e os coches pasando nos dous sentidos...”, incide uno de los ambulantes, mientras que sus compañeros recuerdan que ya el año pasado, con un solo sentido de circulación, un autobús se llevó por delante la parte de arriba de uno de los puestos.

Por todo ello, anuncian que solicitarán ante el Concello el informe de la Policía Local que avala la convivencia entre el tráfico rodado en doble sentido y la actividad del mercadillo. Los ambulantes aseguran contar con el apoyo de los placeros, pero su presidente lo matiza. “Eu sigo pensando que o tráfico aí é unha temeridade, pero nós e eles firmamos un acordo”, señala Juan Carlos López, que insta a los ambulantes a exponer su opinión ante el Concello y tratar de llegar a un “consenso”.

Aún así, el portavoz de los placeros reconoce no entender el “empeño” del ejecutivo local. “Non costa nada cortar o tráfico dous medios días”, apunta López, que lamenta que se “xogue co pan de moitas familias”.

En este mismo sentido se manifiestan los ambulantes, que señalan que además Ravella nunca hace caso a sus demandas para dotar de más aparcamientos al mercado o incluso para reparar un pequeño bache, situado precisamente en Alexandre Bóveda que, dicen, lleva años provocando caídas. 

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