Carsa reconoce la improcedencia de los despidos ejecutados a raíz del acuerdo del ERTE de 2020

Carsa reconoce la improcedencia de los despidos ejecutados  a raíz del acuerdo  del ERTE de 2020
Imagen de archivo de una de las movilizaciones en Carsa | m. ferreirós

La firma Castro Carrocera “Carsa”, ubicada en el polígono empresarial de Bamio, ha reconocido la improcedencia de cinco de los despidos de trabajadores fijos ejecutados a raíz de la firma del ERTE a finales del año 2020. En su día fueron 15 los despedidos en las mismas circunstancias, aunque la mayoría optó por no denunciar. La empresa reconoció la improcedencia en las negociaciones previas al juicio con los asesores jurídicos de CC OO de Arousa y de Pontevedra.

Desde Comisións Obreiras denunciaron desde un primer momento la “mala fe” y las “malas prácticas” llevadas a cabo por la firma empresarial y señala que detrás de los citados despidos se encontraba una clara “represalia contra o persoal que non aceptaba as condicións propostas”. Y es que la negociación del ERTE de Carsa a finales del año pasado no estuvo exenta de polémica dentro de la propia plantilla de trabajadores. El preacuerdo entre la firma carrocera y cinco de los miembros del Comité incluía la aceptación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo de dos años de duración y acatar un total de 15 despidos. El preacuerdo fue ratificado en asamblea por el 91 % de la plantilla.

Las negociaciones del ERTE llevadas a cabo en su día evidenciaron de nuevo la ruptura no solo entre los delegados de la CIG y de CC OO, sino también de los primeros con la dirección de su sindicato en Arousa. De hecho solo cinco delegados se quedaron hasta el final en las negociaciones y a la firma del acuerdo entre las partes. El resto se levantó de la mesa en la segunda reunión rechazando por completo los despidos.

A cambio del acuerdo de ERTE la empresa se comprometía a llevar a cabo el calendario de prejubilaciones que ya estaban firmadas hasta diciembre de 2022 y una serie de complementos para compensar ligeramente la pérdida de poder adquisitivo de la plantilla los días de suspensión que se vayan al paro. En todo caso la marejada ya venía de meses atrás. Si el ERTE se firmaba en diciembre ya en septiembre habían existido una serie de reuniones informales entre el Comité y la empresa para aplicar una serie de medidas a cambio de no ejecutar despidos. Esas medidas pasaban por reducir en una hora la jornada laboral de la plantilla y en aplicar un ERTE en función de la carga de trabajo. Esa propuesta de la dirección fue sometida a asamblea y la mayoría -aunque con un resultado bastante igualado- votó en contra. Así la empresa procedía a despedir a 15 personas.

Desde CC OO Arousa apuntaban ayer que “tiñamos razón” después de que la empresa haya reconocido los despidos como improcedentes sin ir a juicio “porque tiñan a batalla perdida”. 

Carsa reconoce la improcedencia de los despidos ejecutados a raíz del acuerdo del ERTE de 2020

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