Pura ambición

Hoy haré un repaso a la actitud presidencial y de sus ministros, muchos de los cuales, los conocen solo en su casa a la hora de comer, para el Presidente, lo más importante es seguir en la Moncloa y echar la culpa de todos los males. Al que pasa por allí e incluso de lejos, aunque no se haya movido del sitio en años, ese tiene la culpa de todo lo que atañe a España. Se está haciendo una política ruin en contra del interés general del ciudadano español, aquel que siente temor del camino que lleva el país, con leyes injustas y sin ordenamiento jurídico alguno, tomando decisiones que más tarde no son avaladas por los tribunales que ejecutan sus sentencias desfavorables al gobierno de Sánchez. Este impertérrito, culpa a aquellos de oponerse a cambar la marcha del país. Quizás el presidente, sea el que tenga que marcharse, debido a que la situación política, se está colapsando y las fuerzas radicales del país, están echando toda la carne en el asador para que esto se convierta en un caos a corto plazo, vamos otra Venezuela en ciernes.

El presidente, ha cambiado hace poco al gobierno que preside, aunque no se noten los aires de dicho cambio, parece como si fuesen cromos en una feria en que uno los cambia por otros que no tiene y luego los envía a otros destinos, no está clara su forma de gobierno, al relegar al parlamento y gobernar por medio de decretos leyes a su medida, la democracia española está a medio camino entre las europeas. A los gobernantes del Partido popular, se les exigía, lo que ahora los socialistas no hacen por ambición de poder, de mantenerse en sus puestos, mientras el apoyo de los radicales lo permita.

Veremos cuanto puede durar y ver las promesas incumplidas del presidente, para seguir prestando su ayuda al actual jefe de la Moncloa, todas las previsiones electorales indican un descalabro del partido de Sánchez, aunque se niegue a reconocerlo, solo pretende seguir aguantando a toda costa en un proyecto que nunca existió, solo en la mente del presidente de forma banal y etérea, el caso es que su deseo de prolongar esta legislatura más allá de su propia capacidad, la cual es elocuente que no dispone, después de todos los errores cometidos a lo largo de estos años de gobierno a sus espaldas. El caso que Sánchez, está interesado en seguir explotando los apoyos que le sirven para poder permanecer en su puesto, su bagaje, al frente del gobierno es muy pobre, con más fallos que aciertos, su explicación es siempre la misma, carente de fondo intelectual y consistencia verosímil en su propio discurso, siempre bailando con manidas frases a falta de un fondo oratorio que encandile al elector. No es posible que un presidente tan poco sutil haga tanto daño a los españoles. Él era el primero que gritaba en la cámara el precio de la luz a Rajoy, y hoy en pleno escándalo de unos precios de astronomía eléctrica y ruina ciudadana está desaparecido por completo y no se escucha decir nada al respecto. Solo falsas promesas atemporales, como todo lo que sale de su chistera, un genuino encantador malévolamente en función de feria y mercado, como entonces acontecía con los dicharacheros feriantes, que todos los males curaban.

Pura ambición

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