Dar a luz y oscuridad son dos términos completamente antagónicos que el pasado lunes no tuvieron más remedio que convivir. Hasta en cinco ocasiones en nuestra ciudad. Mientras todos nos preguntábamos cuánto duraría el apagón generalizado, cinco familias vieron cómo los miembros de sus hogares sumaban un nuevo individuo. Entre tanta oscuridad, había tiempo de sobra para ver la luz.