La acumulación de citas festivas en el mes de agosto reabre –y no solo por la virulencia de los incendios en Galicia– el debate sobre si la pirotecnia es un elemento indispensable de las celebraciones. Su afectación en animales o en personas con algún tipo de diversidad funcional ha provocado que el debate esté en la mesa desde hace años. Y lo que queda, pues parece que va en aumento.