No pudo ser. Al Cortegada se le escapó la fase de ascenso, pero el club vilagarciano estuvo en la pugna y con posibilidades reales hasta, literalmente, el último segundo. La ciudad arousana se volcó además para dar todos los ánimos posibles al equipo que, seguro, seguirá brindando alegrías. Aunque ahora toque digerir una derrota que frena las legítimas aspiraciones de las campeonas.