La Policía Local de A Illa amenaza con imponer sanciones tras detectar presuntos engaños en los accesos a la zona residencial, restringida al tráfico únicamente para residentes y clientes de los establecimientos. Parece que bastaron unos pocos días de verano para que la picaresca hiciese su aparición, aunque no contaban con unos agentes que no están dispuestos a que les tomen el pelo.