Más allá de lanzarse con el idioma, de recibir la Medalla de Galicia y de ser nombrada Hija Adoptiva de Marín, que Leonor tiene una parte de corazoncito gallego ha quedado claro cuando ha mencionado los furanchos. Ahora hay que cruzar los dedos para que el discurso de la princesa no haga que se pongan de moda entre los turistas.