POR primera vez en mucho tiempo, la politécnica de Serantes no recibirá este año a los futuros universitarios con la gota de sudor corriendo por la frente mientras se enfrentan a la ABAU. En realidad, es la propia “selectividad” la que camina hacia su enésima reconversión. Pero a la espera de tiempos distintos, una de las novedades es que este curso la angustia y los nervios se concentran en Esteiro. A buen seguro, muchos de los que hoy pueblan las facultades e incluso los que ya son mercado laboral guardarán gratos recuerdos de aquel momento. Porque la “selec” es un momento que jamás se olvida.