Los dueños de una casa en el lugar ribeirense de Martín alertaron a la una de la tarde de ayer de un incendio urbano registrado en un inmueble adosado a la vivienda principal usado como almacén de herramientas, aperos de labranza y en el que también había una nevera y un arcón congelador, que quedaron afectados por el fuego, y en otra de sus dependencias había una caldera de calefacción, que no se vio afectada. Tuvieron que avisar directamente al Parque de Bomberos de Ribeira y a la Policía Local, que movilizó al GAEM, debido a que al llamar al 112 los alertantes tenían que permanecer en espera, posiblemente por el colapso ese servicio, mientras las llamas aumentaban su intensidad. Fue un agente municipal el primero en llegar y atacar el fuego con un extintor del coche patrulla, y luego recibió el relevo de los profesionales de extinción. También acudieron los Bomberos de Boiro, que se vieron atrapados en un atasco en el Malecón, pero llegaron al lugar, donde dieron vuelta, pues sus compañeros ya lo tenían controlado.
Los Bomberos y los efectivos del GAEM detectaron al llegar al lugar que el fuego estaba concentrado principalmente en una zona en la que había electrodomésticos, siendo el arcón congelador en el que había una mayor carga térmica. Debido a la elevada temperatura que se alcanzó en el lugar del foco del incendio, estalló el cristal de una ventana, lo que provocó que entrase el aire, que se convirtió en un alimento para el fuego, que se avivó aún más. Además, de llamas, que se apagaron con agua, también había un denso humo negro, que se extendía por ese habitáculo, que quedó muy afectado por el mismo. Además de sofocar el incendio, los equipos de extinción también ventilaron, enfriaron y, por seguridad, desescombraron la zona por si había fuego debajo de los mismo que pudiera reactivar el incendio. Además de la nevera y el congelador, que quedaron inservibles, también se vieron afectado por el fuego las cajas de plástico que contenían herramientas y diversos aperos de labranza. l