El juez manda a prisión al pobrense acusado de intentar matar a su expareja con un cuchillo en Ribeira

El juez manda a prisión al pobrense acusado 
de intentar matar a su expareja con un cuchillo en Ribeira
Restos de sangre junto al telefonillo, tras los hechos que ahora se investigan | Chechu Río

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira, Félix Isaac Alonso Peláez, ordenó en torno a las cinco de la tarde de ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del pobrense Juan Carlos Piñeiro Agrelo, de unos 50 años, al que se le imputa un supuesto delito de homicidio o asesinato en grado de tentativa y otro de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer. El hombre fue detenido después de que en torno a las ocho de la mañana del sábado intentase, presuntamente, matar a un antigua pareja delante del portal número 2, del Edificio Rin 1, en la Rúa Clara Campoamor, en el barrio residencial ribeirense de Abesadas.
Con esa resolución recogida en el correspondiente auto, el magistrado en funciones de guardia atendió las peticiones realizadas por la representante del Ministerio Fiscal y el abogado de la víctima en sus respectivas comparecencias. El abogado defensor del hombre arrestado había tratado de conseguir una medida cautelar menos gravosa para su cliente, como era el internamiento en un centro psiquiátrico. Sin embargo, el juez entendió que había argumentos suficientes como para acordar su privación de libertad e ingreso en el centro penitenciario de Teixeiro, a donde ya fue trasladado a media tarde de ayer.
Al parecer, el juez tuvo en cuenta no sólo la gravedad de los presuntos hechos por los que se le investiga a Juan Carlos Piñeiro, sino por el riesgo de reiteración en la comisión del delito y estar en serio peligro la seguridad e integridad física de las personas. Además, pese a que el detenido pudiera tener ciertas adicciones que pudieran influir en su comportamiento, según indicaron algunas fuentes no tiene diagnosticada ninguna patología que afecte o deje mermadas sus capacidades.

Declaración
En su declaración en sede judicial, Juan Carlos Piñeiro Agrelo trató de convencer a su señoría de que su pretensión al abordar a su expareja era la de hablar con ella porque quería retomar la relación que habían tenido. Pero, el hecho de que se dirigiera a ella esgrimiendo un cuchillo de considerables dimensiones le restó credibilidad a sus manifestaciones y se entendió que su pretensión era la de acabar con su vida, tal y como denunció su víctima en la comisaría ribeirense tras recibir el alta en el centro sanitario en el que recibió asistencia por las heridas sufridas.
Esta última, con una edad próxima a los 40 años, acababa de salir de su domicilio para dirigirse andando hacia su puesto de trabajo y un par de portales más abajo le estaba esperando su antigua pareja, que la abordó con un cuchillo. La mujer echó la mano a la hoja de dicha arma blanca para tratar de defenderse, momento en el que sufrió cortes en la misma. Un par de personas que se percataron de lo que pasaba salieron en auxilio de la víctima y el supuesto agresor se dio a la fuga a toda velocidad, subiéndose a un vehículo del que un testigo tomó nota de la matrícula.
Tras recibir el aviso de lo que acababa de suceder, hasta el lugar de los hechos se movilizaron patrullas del Cuerpo Nacional de Policía, entre las que había varios efectivos de la unidad judicial, que abrió una investigación.
Pese a ello, la detención del individuo denunciado por la referida supuesta tentativa de homicidio o asesinato y el delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer la llevó a cabo la Guardia Civil de Boiro en una vivienda en la que se pudiera estar ocultando. El arrestado pasó la noche en los calabozos del cuartel de la Benemérita de dicha localidad, a la espera de pasar a disposición judicial, algo que tuvo lugar a primera hora de la mañana de ayer. l

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