Un ascenso “made in Vilagarcía”. El Céltiga certificó el pasado fin de semana su salto de categoría a Tercera RFEF con una plantilla formada en su mayor parte por futbolistas de la capital arousana. Un total de diez tuvo a sus órdenes Luis Carro este año para poner la guinda a tres campañas de excelente trabajo del técnico vilanovés en el Salvador Otero, donde consiguió plasmar una atractiva idea de juego ofensivo a la que acompañaron los resultados.

De los 19 futbolistas sénior con los que acabó la temporada el club isleño, una decena cruzaron el puente varias veces cada semana desde Vilagarcía con la ilusión de celebrar un ascenso. Empezando por los hermanos Rey, Jose y Julio. Este último ya había ascendido con el Arosa a Tercera en Bertamiráns en 2013 y también a Segunda RFEF con el equipo arlequinado en 2021. Al igual que el portero Manu Táboas, vigués afincado en Vilagarcía, donde ha echado raíces y vive con su familia. Táboas tuvo que dejar A Lomba el pasado verano por incompatibilidad con los horarios de entrenamientos matinales. Por primera vez en su carrera y a sus 34 años bajó un escalón para jugar en Preferente, cuyo paso por la categoría ha sido exprés al conseguir el ascenso. 

Para el central Manu Bugallo es un éxito que llevaba buscando años en A Illa, donde cumplió su quinta temporada, aunque ya tenía experiencia previa en Tercera tras cuatro años en el Ribadumia, donde llegó desde la cantera del Celta. En el caso de Guille, este fue su segundo año en el equipo rojiblanco. El mediapunta se formó en la cantera del Arosa al igual que un Migui Sayar que cumplió su tercer año en el Céltiga, y ambos ya habían ascendido a Preferente con el Umia en 2020. 

Por su parte, Pablo Pillado cumplió su cuarta temporada en A Illa. Una etapa marcada por las lesiones en la que fue un ejemplo de capacidad de superación y no tirar la toalla nunca, a sus 35 años. Pillado, con experiencia en Segunda B en el filial del Celta o el CD Ourense, suma un nuevo ascenso a su palmarés personal, tras los logrados a Segunda B con el Boiro y a Segunda RFEF con el Arosa en 2021. 

Fernando Lezcano cumplió su cuarta temporada en A Illa, donde ha marcado más de cuarenta goles. El delantero vilagarciano, que llegó a jugar en Segunda B con el Pontevedra, también dio sus primeros pasos de formación en el Arosa, al igual que un Gregor que llegó este año procedente del Boiro para encadenar un segundo ascenso consecutivo y disfrutar de una segunda aventura en A Illa a sus 30 años.

Por último, el más joven del grupo de diez vilagarcianos del Céltiga es Álex Rodríguez. El capitán del equipo juvenil del Arosa que logró el ascenso a División de Honor. El lateral izquierdo, que llegó a jugar y marcar en Segunda RFEF con la camiseta arlequinada, continúa progresando en A Illa, donde a sus 21 años ha sumado más de 5.700 minutos en los dos últimos años, gozando de la continuidad que fue buscando al Céltiga para crecer.  

La Tercera 2025-2026, definida

Con el ascenso ayer de la Sarriana ya son 11 los equipos gallegos que la próxima temporada estarán en Primera y Segunda RFEF. El salto de categoría del equipo lucense provoca que el Barbadás se salve en Tercera RFEF, por lo que Arosa, Boiro, Cambados y Céltiga ya conocen a todos sus rivales la próxima temporada.

Desde Segunda RFEF cae el Compostela y desde Preferente también llegan Montañeros y Barco. Continúan Silva, Somozas, Arteixo y Noia de la provincia de A Coruña. Así como Vilalbés, Polvorín y Viveiro de la de Lugo. Mientras que Alondras, Estradense y Gran Peña siguen de la provincia de Pontevedra.