“Los deportistas deben invertir en sí mismos en esta crisis”

“Los deportistas deben invertir en sí mismos en esta crisis”
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“Debemos centrar la atención, la energía y los esfuerzos en la cara positiva de la realidad”. Manu Santos, psicólogo deportivo y entrenador de baloncesto, ofrece un interesante y constructivo enfoque desde el aspecto mental para que deportistas y no deportistas sobrelleven el día a día en la situación actual de confinamiento. El vilagarciano, que firmó la mejor temporada de la historia del Xuven con el subcampeonato de liga regular en Leb Plata, aporta conocimiento psicológico y pautas a seguir en tiempos de pandemia.  

Santos considera que los deportistas deben sacar el máximo provecho el tiempo de reclusión en casa. “Hay muchísimas cosas que se pueden hacer con los hábitos básicos. Aspectos como establecerse unos horarios, hacer ejercicio físico, formarse a través de cursos relacionados con sus deportes si en el futuro se plantean ser entrenadores...” Y para aquellos que son profesionales del deporte, el psicólogo que ejerce de entrenador en el CLB, dice que es el momento de “resetear sus objetivos, como es el caso de los deportistas olímpicos que deben ahora redefinir calendarios, cargas y preparación”. En cuanto a los deportistas de equipo, a los que parece que se les puede terminar la temporada, asimilar las circunstancias es fundamental. “Es importante que estén preparados para cualquier situación, para que se reanude la competición o para que se suspenda. Es bueno que hagan esa reflexión y ese análisis y no solo que se limiten a esperar. Tienen que ponerse en todos los escenarios posibles y estar preparados para cualquier situación que se pueda dar”.

Sobre la frustración que genera en los deportistas esta situación, Manu Santos reconoce que “es un choque porque se acercaba la parte definitiva de las ligas, pero depende mucho de los jugadores, porque para muchos en enero o febrero suele producirse el bache de motivación porque se les hace larga la competición, ya que llevan muchos meses de entrenamiento pero todavía falta mucho para la resolución de objetivos. Quizá por ello la primera semana de confinamiento fue un poco de alivio, pero sí es cierto que la parte bonita y motivante es la de final de temporada”.

El psicólogo entiende que ante una situación de fuerza mayor en la que no tenemos ningún tipo de control lo ideal es intentar cambiar los objetivos y uno de ellos es “invertir en si mismos”. El vilagarciano pone de ejemplos aspectos a mejorar como la alimentación contactando con un  nutricionista, la preparación física o contactar con un fisio para superar lesiones. “También hacer una reflexión más a futuro para plantear según el tipo de juego que liga o equipo le conviene al deportista la próxima temporada. Muchas veces los deportistas dejan aspectos de la competición en manos de la suerte o del destino, sin embargo ellos tienen mucho más en su mano de lo que creen”.

No solo los deportistas deben prepararse para después de la pandemia e invertir en si mismos, también el resto de personas. Manu Santos habla de la preocupación por la incertidumbre que genera esta crisis. “A las personas nos gusta adaptar la realidad a nuestro pensamiento, a nuestras estructuras mentales, cuando pasa algo como esto no tenemos una estructura capaz de asumirlo, sin esquema mental previo para entenderlo y nos genera mucha incertidumbre, que es uno los principales generadores de estrés en las personas. En esta situación se junta la incertidumbre a nivel familiar con la laboral y económica, al igual que con los deportistas las personas deben centrarse en lo que pueden hacer. Dentro de la información que vamos teniendo, no esperar a ver que pasa, empezar a planificar posibles escenarios porque los planes nos dan esa certidumbre y nos genera cierta tranquilidad. Todo lo que podamos anticipar es bueno”.

En la crisis actual no se está teniendo demasiado en cuenta las necesidades de la infancia, Manu Santos cree que “los niños son bastantes más flexibles que los adultos, es decir, se guían en emociones por lo que hacen sus padres, son un fiel reflejo de las muestras emocionales de los adultos. Evidentemente, con el nivel de energía altísimo que tienen, echan muchísimo de menos el poder correr, saltar, jugar, socializar, pero son menos rígidos que los adultos a nivel mental por lo que enseguida son capaces de adaptarse para jugar en casa”.

“Los deportistas deben invertir en sí mismos en esta crisis”

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