En el fútbol, como en la vida, surgen momentos en los que todo parece decir “para”. La suerte de tener a alguien al lado que le impulsase hacia arriba fue lo que hizo que Cristian López regresase al fútbol para convertirse así en el máximo goleador de Galicia, de entre todas las categorías hasta la Tercera Futgal, con la friolera de 61 tantos en temporada regular, más cinco en Copa.
“Carlos estuvo insistiendo desde el año pasado, pero como yo estaba viviendo fuera, no fue posible. Esta temporada cuando empecé fue el primero que me impulsó para que volviera a disfrutar del fútbol como lo hacía antes. Al final, le acabé convenciendo yo de que fuera el preparador físico del Chispa”, comenta López.
“Afrontas con ilusión preparar a alguien que quieres tanto. Siempre miras por su bien, porque hay veces que las lesiones pueden ser duras, pero la cabeza es otra parte importante”, afirma Torrado. A pesar de las dificultades, la constancia y el sacrificio se convirtieron en los mandamientos principales especialmente para que Cristian López volviese a confiar en su potencial.
“Yo a veces lo llamo Sportacus, que es el que salía en los dibujos, porque me manda ejercicios que, para un jugador de su nivel, están muy bien, pero para una persona que llevaba tiempo parada no”, dice López. “Lo hago para su mejor rendimiento, que conste”, responde Torrado entre risas. Sin quedar claro quién actúa como Tom y quién como Jerry, los resultados no engañan.
"Para mí, él es jugador de Tercera o más. Me dio mucha rabia cuando tuvo que dejar el fútbol", señala Torrado.
“Al final no somos rivales, lo llevamos muy bien porque vamos en la misma dirección, pero nos gustaría poder vernos mutuamente jugar porque siempre coincide que los dos tenemos partidos los domingos”, lamenta Cristian.
Aunque haya varias categorías de diferencia entre uno y otro, lo cierto es que a ambos les gustaría poder jugar algún día juntos, después de tantos años de trabajo. “Para mí siempre fue jugador de Tercera o más. Me dio rabia que tuviera que dejar el fútbol por la lesión, fue un año muy duro”, comenta el jugador del Arosa SC. Al inicio de la temporada, Carlos Torrado vio de nuevo cómo Cristian volvía a brillar.
"A veces me meto con él y le llamo Sportacus, porque me manda ejercicios que, para un jugador de su nivel están muy bien, pero no para mí", bromea López.
Para demostrar la confianza en su amigo, decidió marcarle la cifra de 60 goles como reto. Una apuesta que el de Vilanova ganó hace ya más de un mes, y a falta de tres partidos, si tenemos en cuenta los cinco goles que marcó en Copa. “Aún va a meter nueve más”, bromea Torrado.
A pesar de que su preparador físico y amigo sea optimista, López deja la puerta más cerrada que abierta a subir de categoría, aunque el Chispa esté a tres partidos de ascender a Segunda Futgal. “No sé qué voy a hacer. Ahora mismo el fútbol lo tengo como hobby, todavía no sé qué va a pasar la próxima temporada”, afirma.
“Para mí es algo secundario, si puedo disfrutar jugando genial, pero no es como cuando tienes 18 o 19 años que ves que puedes vivir del fútbol a lo mejor cuando tengas 25, pero es muy difícil. Tengo que ver lo que me compensa”, destaca. “Hasta que acabe la temporada no me lo planteo, no sé qué se va a hacer con la plantilla ni cuál va a ser el proyecto”, recalca el atacante.
"Confío plenamente en que si mantenemos la plaza de play-off vamos a ascender", dice Carlos Torrado.
El nombre de la categoría nunca influyó en el nivel de compromiso de ambos, que junto con el resto de la plantilla y cuerpo técnico, celebran la posición del Chispa a falta de tres jornadas. “Si algo me enseñó Carlos, más allá de lo meramente físico, es que no importa en la categoría que estés, hay que dar siempre lo máximo posible y afrontarlo con una sonrisa y con ganas, disfrutando del proceso no solo de los resultados”, dice el vilanovés.
"Yo siempre voy a querer que ascienda el Arosa porque Carlos no me parece un jugador de Tercera y me da rabia", comenta López.
“En el fútbol tienes que aprender a creer en ti, y en la vida en general, a no acomplejarte y compararte con los demás, disfrutando del proceso como dice él”, comenta Torrado. “A veces te comparas mucho y eso quita mucha confianza. A Carlos siempre le digo que no se compare con nadie, que se centre en lo suyo”, recalca López. Con el éxito a sus espaldas, echando la vista atrás, sí que cambiarían cosas. “Cuando no jugaba habría bajado de categoría, antes prefería estar en una superior aunque no jugara”, lamenta Cristian López.
La temporada todavía no está acabada ni para Cristian López ni para Carlos Torrado, especialmente para este último, que se encuentra plenamente confiado en que el Arosa SC puede ser equipo de Segunda RFEF la próxima temporada.
“Estoy seguro de que vamos a jugar el play-off. Es más, si conseguimos meternos y mantener la plaza, confío plenamente en que vamos a ascender a Segunda RFEF”, señala Torrado. Lo cierto, es que el arousano esta campaña bajó de categoría para vestir los colores arlequinados y devolver al Arosa a Segunda.
“Yo siempre voy a querer que ascienda el Arosa, porque al final él no me parece un jugador de Tercera y me da rabia. Hace un año y poco estaba en Primera RFEF. Siempre nos llamamos después de los partidos. Es optimista”, comenta Cristian López.
Esta vez podrían tornarse los papeles y tocaría celebrar el logro del que hasta ahora se mantiene como su preparador físico, y es que aunque se logre el ascenso, a Torrado le gustaría continuar como hasta ahora. “Si los horarios siguen coincidiendo y él sigue en el fútbol, me encataría seguir preparándolo”, dice.