Pleno de títulos para el Club Boxeo Arousa en el Campeonato Gallego

El Club Boxeo Arousa hizo pleno en el Campeonato Gallego Promesas celebrado el fin de semana en la localidad coruñesa de Outes. La escuela de boxeo que dirige Johnny Hermida presentó a la cita a tres púgiles que se proclamaron campeones gallegos en sus diferentes categorías.  Carlos Leiro se impuso en peso pesado, Xabi Abal ganó en menos de 71 kilos, y Óscar Bermúdez venció en menos de 66 kilos. Este último compitió para un club de Ourense, localidad en la que reside en estos momentos, pero el púgil vilagarciano es uno de los alumnos que formó Hermida durante años. 
 

El evento reunió a boxeadores séniors que están iniciándose y que no han disputado un número determinado de peleas, paso previo a la categoría élite.
 

Estos resultados ponen en valor el trabajo formativo del Club Arousa, que Johnny Hermida  puso en marcha hace más de una década y que cuenta en la actualidad con medio centenar de alumnos. Entre ellos destaca Jónathan Casariego, que ha ganado varias peleas esta temporada y está preparándose para presentarse al Campeonato Gallego Élite en 2023, que es clasificatorio para el Campeonato de España. “Siempre hemos tenido nivel en esta escuela”, explica Hermida. “De todas formas lo que más me interesa es que vean el boxeo como un deporte puro y duro y una hermandad. Nosotros aquí somos una gran familia, una piña, y eso es lo más importante”.  
 

Hermida no descarta organizar alguna velada de boxeo el próximo año, aunque reconoce la dificultad de llevarla a cabo por todo el tiempo que requiere su organización, así como la logística, trámites y financiación económica. “Tienes que moverte mucho. Hasta ahora hemos hecho unas diez veladas en Vilagarcía y las empresas siempre se han portado muy bien, pero después de la pandemia parece que da un poco de miedo ir a pedirle dinero a la gente”.  
 

A sus 51 años Hermida continúa con su labor formativa en un deporte al que ha dedicado toda la vida. Y mantienen las puertas abiertas de su gimnasio en el Piñeiriño para que cualquier persona pueda iniciarse en un deporte muy técnico que se ha librado de estereotipos y que cada vez practica más gente independientemente de la edad y el sexo.