Detenidos en Ribeira un hombre y una mujer por robo con fuerza a la encargada de un supermercado

Un hombre de unos 38 años y una mujer de 45 fueron detenidos por la supuesta comisión de un robo con fuerza a la encargada del supermercado Día situado en la Avenida da Coruña, en las inmediaciones de una gasolinera, en Ribeira. Los hechos ocurrieron en torno a las dos y media de la tarde del jueves, cuando una empleada avisó a la responsable del establecimiento que un delincuente conocido por el timo del pulpo intentó entrar en ese negocio, pero que al verla había desistido, pero continuó en el exterior del mismo. La encargada salió a la calle y se dirigió a él para pedirle que no volviera por allí, pues ya lo denunció varias veces desde principios de este año por robarle en el local diferentes productos por un valor total que ronda los 400 euros.

La reacción de ese conocido delincuente fue la de darse la vuelta e introducirse en un Kía Carens de color verde botella en el que iban el hombre y la mujer que posteriormente resultaron arrestados y que reaccionaron apeándose de ese vehículo y dirigiéndose a la entrada del negocio empezando a increpar, insultar y amenazar de muerte a la encargada del supermercado, a la que también ocasionaron lesiones. Ante esa situación, el conocido delincuente al que había advertido de que no regresase por allí si no quería que lo denunciase de nuevo, se bajó del coche y se marchó andando del lugar. Cuando ella trataba de obtener pruebas para poder identificarlos, el varón le propinó un golpe en la mano en la que portaba su teléfono móvil personal, que fue a parar al suelo, y la mujer que le acompañaba lo recogió del suelo y se dirigió al coche para llevárselo y huir.

Para impedir que entrasen, la encargada, que había llamado para solicitar la presencia de la Policía Nacional, se puso delante de la puerta del conductor del Kía Carens para impedir que ella se subiera al mismo y pudiera escapar. Entonces, se metió en el vehículo por la puerta del copiloto, pero una empleada del supermercado le impidió que la cerrase. Al mismo tiempo, el hombre estuvo tratando de abrir la puerta del conductor, pero la empleada se lo impidió durante un buen rato hasta que la empujó para sacarla del medio. Cuando intentaba meterse en ese coche, un ciudadano particular se interpuso y evitó que accediera a su interior. En ese momento, la mujer se cambió de asiento para el del piloto y encendió el motor y, cuando se disponía a acelerar, la encargada, que le seguía pidiendo que le devolviera su teléfono móvil, pisó a la vez con uno de sus pies los pedales del freno y del embrague.

Entonces apareció un hombre de unos 35 años que le dijo que era policía y le preguntó por lo que estaba pasando. Tras ser informado, procedió a inmovilizarlos, y logró recuperar el teléfono móvil para devolvérselo a su dueña. A continuación, apareció una patrulla de la comisaría ribeirense, que se llevó detenidos al hombre y a la mujer. Ambos, tras pasar las horas siguientes en los calabozos, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó la puesta en libertad de ambos. Varios de los afectados por robos y otros delitos similares manifestaron que “estamos a sentir unha grande indefensión ante estes delincuentes, que entran por unha porta, saen por outra e reinciden, facéndoo cada vez con maior violencia e impunidade”. Por ello, varios de los afectados reclaman públicamente a los jueces que tengan en cuentan el temor que están instaurando en la gente para que adopten medidas preventivas o represoras.